Mantiene Oaxaca éxito rotundo en el Festival Internacional Cervantino
OAXACA, Oax. 11 de abril de 2014 (Quadratín).-Una acuamoto relucía en el andador turístico del Centro Histórico, la estructura blanca, manubrio negro y el asiento rojo.
___ No están dejando vender –se quejó un ambulante.
Antes del medio día del viernes las autoridades policiacas estatales presentaron el operativo Oaxaca seguro, con motivo de la temporada vacacional de Semana Santa.
En el mismo andador turístico, a un costado de la iglesia de Santo Domingo, montaron una feria del post grado.
El ayuntamiento había dispuesto la mañana del viernes el mantenimiento de las luminarias del andador.
Trabajadores municipales desempeñaban su trabajo. Entre la piedra de cantera destacaba el camión con su brazo hidráulico, su blanca canastilla en el extremo.
En los dos actos oficiales, la inauguración del operativo de seguridad y la feria de postgraduados, la gente de prensa rumiaba con desgano el viernes, “siempre dicen lo mismo”.
El pintor Francisco Toledo, frente al IAGO había mandado instalar una mesa con información de la carta de Prooax al presidente Peña Nieto.
___ Buenos días, Doña Gude.
___ ¿Nos regala una firma? –respondió la auxiliar del maestro pintor.
“Quienes firmamos esta carta somos mujeres y hombres que amamos a México”, se leía al principio de la misiva fechada el 30 de marzo del presente año.
___ Tenemos a la venta este libro –dijo la mujer.
Los elementos de Tránsito municipal permitían gentilmente el paso de los peatones en los cruces de las calles.
___ ¿Por qué no están dejando vender a los ambulantes? –se le inquirió a un oficial.
___ Esa es la instrucción, así va a estar siempre.
Terminado el acto oficial las patrullas de la policía encendieron la torreta y se marcharon.
Los seguía un camión de bomberos con la sirena encendida.
A esa hora los estudiantes entraban a las instalaciones del IAGO a consultar el acervo más grande en Latinoamérica sobre artes plásticas.
La acuamoto con su riel fue la última en abandonar el andador turístico.
___ No están dejando vender –repetía la mujer con su canasto de pulseras tejidas a mano en el pecho.