Bloquean vecinos de la Gómez Sandoval por obra inconclusa
OAXACA, Oax. 29 de junio de 2014 (Quadratín).- Todo estaba listo este domingo para celebrar el triunfo de la Selección Mexicana.
En la capital, bares y restaurantes lucieron atiborrados de comensales, y aún siendo hora del desayuno, las bebidas amargas ya corrían.
En la fuente de las Ocho Regiones, la Policía Estatal se preparaba para frenar desmanes de los oaxaqueños o para tratar de contener lo que se presagiaba una desbordada alegría.
Desde temprana hora de este domingo, las calles lucían vacías; los hogares recuperaron su armonía familiar en torno a un televisor, y los comercios de venta de bebida hicieron su agosto, en pleno junio.
En el Zócalo se concentró la mayor algarabía; frente a una pantalla gigante, un centenar de sillas fueron insuficientes para ávidos paseantes que querían, presagiaban, el triunfo de México ante Holanda.
Y por casi 90 minutos fueron felices. Brindis, abrazos, porras, el “Cielito Lindo” por todas partes porque México casi tenía el triunfo en la bolsa.
Pero un golazo de los holandeses y luego un penal, en los últimos minutos del segundo tiempo, trajeron repentinamente la tristeza y la decepción. Las caras tristes aparecieron.
En el Zócalo, el grupo musical interpretó tres cumbias y terminó su audición, minutos después de las 13:00 horas.
Mientras tanto, la fuente de las Ocho Regiones lució desierta. Y las patrullas y los policías tuvieron que regresar a sus bases. Día gris para el ánimo de oaxaqueños y mexicanos.