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CIUDAD DE MÉXICO, 30 de enero de 2016.- Yolanda Lastra, emérita del Instituto de Investigaciones Antropológicas (IIA), ha dedicado una vida entera al estudio de las lenguas nativas; es erudita en varias de éstas, como el quechua (que en 1968 cristalizó en su tesis de doctorado y más tarde en el libro “Cochabamba Quechua Syntax, The Hague, Mouton”), náhuatl, otomí y chichimeco; por supuesto también le interesa el español, su lengua materna, en la que ha elaborado estudios de variación lingüística; estos conocimientos han originado un cúmulo de textos y artículos de gran relevancia.
De acuerdo a un comunicado de prensa, su curiosidad la ha llevado a registrar un amplio acervo de datos antropológicos, no sólo lingüísticos, sino etnográficos y etnohistóricos para tratar de comprender a los grupos otopames.
Su materia de estudio son las lenguas, principalmente las indígenas, y dentro de éstas, las de México, en particular las otopames y el náhuatl.
En la actualidad, la también integrante de la Academia Mexicana de la Lengua, galardonada con el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2015 en el campo de la Lingüística y Literatura, participa en el proyecto Atlas de la Cuenca del Río Lerma, a cargo de Javier Delgado, del Instituto de Geografía (IGg) de la UNAM, en el que colaboran más de 30 investigadores, entre geógrafos y antropólogos, no sólo de esta casa de estudios, sino de otras instituciones.
La tarea de Lastra es conseguir topónimos del paisaje (ríos, montañas, cerros y pueblos) en las lenguas respectivas de los poblados que circundan la cuenca del río Lerma, trabajo que, junto con los que realizan otros especialistas, constituirá un documento importante.
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