Morena y el gobierno fortalecen su control
CIUDAD DE MÉXICO, 6 de enero de 2020.- El verdadero objetivo, detrás de la detención y juicio de Genaro García Luna en una corte de Estados unidos, es el ex presidente Felipe Calderón.
Y es que, a cada paso, queda claro que con la ayuda del gobierno de Trump, el presidente López Obrador pretende llevar a prisión a Calderón, al que intentará acusar de presuntos vínculos con el Cártel de El Chapo.
Es decir, la captura del otrora “súper policía” de Calderón, en realidad es un señuelo para sacarle una declaración que involucre al ex presidente.
Con ello, la justicia norteamericana iniciaría la cacería de Calderón, el “villano favorito” del actual mandatario mexicano, López Obrador.
Por eso, aquí deben empezar las preguntas.
¿A cambio de qué, el gobierno de Trump le hará “el favor” a López Obrador, de perseguir en tribunales al mayor adversario político del hoy presidente mexicano?
¿A qué tipo de sumisión y abyección se comprometió el presidente Obrador ante el presidente norteamericano a cambio de su venganza?
¿Qué respuesta podemos esperar de las instituciones del Estado mexicano, ante la sumisión interesada de Obrador, en la reelección de Trump?
Pronto conoceremos las respuestas. Por lo pronto son claras las primeras señales de que trabajan juntos los presidentes Obrador y Trump para un objetivo común; la reelección del norteamericano, por un lado y, por el otro, la anulación de los obstáculos para perpetuar en el poder al presidente mexicano.
¿Y cuáles son esas señales?
1.- En la mañanera del pasado jueves, el propio López Obrador parecía haber investigado y probado que García Luna fue “el hombre de El Chapo” en el gobierno de Calderón. Y lo pregonó sin pudor alguno.
2.- Es decir, sin tener pruebas y sin facultades para ello –y sólo con sus dichos mentirosos–, López Obrador concluyó al inicio de su segundo año de gobierno que, en la gestión de Calderón, “mandaba” el Chapo.
3.- Pero mientras que el presidente Obrador ofrecía señales claras de que García Luna será “la mano que mece la cuna” contra Felipe Calderón, en la propia justicia norteamericana una Corte confirmaba la hipótesis y -usando “chicanadas” legales–, forzaba a García Luna a buscar una libertad negociada.
4.- En pocas palabras, la justicia norteamericana presiona para que García Luna se declare culpable de los cargos en su contra y que, su eventual sentencia se reduzca, a cambio de involucrar a Calderón con El Chapo.
5.- Sin embargo, hasta el pasado viernes, García Luna se declaró “no culpable”, lo que fue entendido como un revés a las presiones por “embarrar” a Calderón con El Chapo. Pero la historia no ha terminado y nada asegura que García Luna resista la presión a la que es sometido y, por tanto, sigue abierta la posibilidad de que termine por doblarse.
6.- Todo ello en medio del silencio del presidente mexicano ante la declaración de guerra de Donald Trump a Irán, lo que ya es visto como un paso decisivo a la reelección del presidente norteamericano.
¿Y por qué insistir en la hipótesis –cada vez más aceptada incluso en la prensa norteamericana–, de qué García Luna no es más que el “chivo expiatorio” de Obrador y Trump para llevar a prisión a Felipe Calderón?
La razón es elemental y así lo dijimos en el Itinerario Político del 12 de diciembre, titulado “García Luna, la venganza de AMLO contra Calderón”.
Resulta que López Obrador persigue y perseguirá a Felipe Calderón, no solo para vengar la derrota electoral de 2006, sino para hacer fracasar la construcción del partido de Margarita Zavala; México Libre.
Y es que hoy, la única fuerza opositora real y con posibilidades de vencer a López Obrador en las urnas, se llama México Libre. Y la mejor forma de combatir a ese partido es llevando a prisión a Calderón. Esa será la guerra de López Obrador para seguir en el poder; guerra en la que el gobierno de Trump juega un papel vital.
Y ese papel quedó evidenciado el pasado viernes, cuando en una vulgar “chicanada” legal, un juzgado de Brooklyn anunció que ese mismo viernes sería presentado ante el juez el acusado Genaro García Luna.
Lo inusual del procedimiento hizo imposible que los abogados de García Luna llegaran a tiempo a la audiencia y que, por ello, el acusado debió ser representado por un abogado de oficio. Es decir, lo llevaron a un trampa, con el aval de la justicia norteamericana.
Aún así y a pesar de que le fue negada la libertad bajo fianza, García Luna se declaró “no culpable”. En dos meses más, Luna será presentado ante el mismo juez que llevó el caso de “El Chapo”. Durante esos casi 70 días podría ser forzado a declararse culpable, recibir una pena menor, a cambio de involucrar a Felipe Calderón con “El Chapo”.
Así la venganza de AMLO y su guerra para quitar del camino a México Libre.
Al tiempo