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OAXACA, Oax. 18 de julio de 2021.- El maestro Luis Zárate abrió este sábado 17 de julio un espacio para el arte en Oaxaca al que llamó Corazón de guaje.
Corazón, porque el de los oaxaqueños es muy grand; de guaje, porque es uno de los árboles representativos de Oaxaca y porque este nombre ha acompañado al maestro, uno de los más grandes exponentes de la plástica oaxaqueña, en distintos momentos.
Pintor, escultor, arquitecto de paisaje, con un sinfín de proyectos, considera que la juventud requiere de espacios para crecer.
Esta es la apuesta de Corazón de guaje, situado en una hermosa casona antigua que rescató después de afectaciones por los constantes sismos en Oaxaca.
“Es un espacio que se cree imaginativo, se cree de intercambio, no solo pintura, escultura, sino las demás disciplinas, danza, música, video, todas las artes podemos intervenirlas, hacerlas convivir y la idea es justamente que haya propuestas”, dijo en entrevista con Lupita Thomas, directora de Quadratín Oaxaca.
El espacio está en proceso. Un patio amplio, con árboles frutales, el sonido de los pájaros, una pared de carrizo, los tonos ocres que evocan la Mixteca, el blanco y lo alto de las paredes, tan gruesas que, por momentos, lejos de la red de telefonía, parece que uno está en otro espacio y no en una de las calles más céntricas de la ciudad de Oaxaca.
“Recuerdo el ejemplo de las comunidades españolas, repensaron cómo abrir los museos, los lugares concurridos, tenemos que aprender a vivir nuevamente, seguir disfrutando los quehaceres del hombre con una nueva educación, tenemos que seguir viviendo, seguir haciendo cosas”.
Para la inauguración de este espacio hubo tres actividades, la exposición de Frida Castañeda, Impresiones vegetales, la presentación del segundo número de Zopilote Rey, de la escritora Karina Sosa y la plática con el escritor Pablo Soler Frost.
“Los jóvenes son muy creativos, muy entusiastas, la próxima exposición presentaremos a alguien que empieza a hacer algo, nos parece interesante porque se acerca mucho a la idea del arte bruto”.
Vamos a tener muchas propuestas, dijo el maestro Zárate, una de las tres mentes brillantes que crearon el Jardín Etnobotánico -junto con el gran maestro Francisco Toledo y el arquitecto Alejandro de Ávila-, para abordar temas que ahora no se tocan.
El plan es que cada mes exhiban una nueva propuesta y que la gente acuda a este espacio como una opción más para conocer lo que se está haciendo en Oaxaca.
“Vamos a ir construyéndolo a partir de las opiniones de la gente, qué impresión tienen, cómo nos perciben, para nosotros es importante mostrar lo que estamos haciendo”.
A futuro, puede ser también un espacio gastronómico que fusione estas expresiones que también son culturales “todos los temas se tocan, todos convergen, ya no hay separaciones”.