
Tareas de Claudia sin AMLO: economía y Casa Blanca
CIUDAD DE MÉXICO, 23 de octubre de 2019.- Resulta que la curva de aprendizaje para el gobierno de Andrés Manuel López Obrador está resultado abrumadora cuando la realidad les alcanza contra lo tanto que arengó durante 18 años para alcanzar la Presidencia de la República.
Teniendo al frente del sector energético a personajes tan cuestionables como a Rocío Nahle y Manuel Bartlett, quienes han desdeñado las energías renovables, ahora los acorralan con la ratificación del Tratado México Estados Unidos Canadá (TMEC) siendo uno, de los dos rubros pendientes por resolver en la parte mexicana.
Tanto el gobierno de Andrés Manuel, como el mismo de Donald Trump, han apostado por fortalecer el sector energético en el segmento de combustibles fósiles, ya sea desde reactivar la industria carbonera, hasta todas las vertientes alrededor de la mercado petrolero; sin embargo, en Estados Unidos han continuado las políticas públicas que facilitan el crecimiento de las energías renovables, contrario al gobierno de México que sí han desdeñado totalmente este segmento excusando que eran “negocios del neoliberalismo” orillando que bajará la exploración de nuevas alternativas amigables con el medio ambiente como las gasolinas generadas por biocombustibles de etanol.
El desdén que tiene la Cuarta Transformación (4T) llega al grado que por la oficina de la Unidad de Energías Renovables de la Secretaría de Energía (SENER) no pasaba ningún trámite relacionado con el sector, únicamente puro papeleo administrativo interno, obligando a su titular Luis González Quijano -profesionista que cree en ese segmento- renunciara por la evidente segregación de políticas energéticas ecoambientales; hasta parece que quieren dejarlo tan claro, apenas a dos días de la baja en la SENER, en otro lado de la Ciudad de México casi en la medianoche, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) liberaba un contrato para comprar 330 mil toneladas de carbón en la Cuenca de Sabinas.
Durante estas semanas se está cabildeando en Washington precisamente que México reactive las políticas públicas del sector de las energías renovables, principalmente promovido por los congresistas demócratas que ya vienen dolidos por la mala experiencia que tuvieron con Bartlett por el amago que provocó al gasoducto marino Texas Tuxpan, que entra por Tamaulipas y sale por Veracruz, que para el mal tino político del titular de la CFE este consorcio tiene sede en la jurisdicción electoral de Nancy Pelosi, sí, la misma que es líder de la bancada demócrata. Como si fuera poco, el republicano texano Rick Perry acaba de anunciar su retiro del Departamento de Energía del gobierno de Donald Trump para trabajar en las campañas presidenciales que se avecinan ¿Acorralan al gobierno de López Obrador, o no?
Hay que recordar que en generación eólica Oaxaca y Tamaulipas llevaban la delantera, siendo apremiado por calificadoras internacionales al grado que Goldman Sachs Group apostó por invertir en el parque eólico ubicado en la planicie tamaulipeca de Llera. Moody´s refiere que se duplicará el consumo eléctrico en latinoamérica en los próximos 20 años, por lo que 70 por ciento de esa demanda deberá ser generada por energías renovables. ¿Recapacitará López Obrador?
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