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OAXACA, Oax., 28 de junio de 2018.- El arzobispo de Antequera Oaxaca, Pedro Vásquez Villalobos acudió a El Vaticano a la ceremonia de imposición de el Palio Arzobispal que realizará el Papa Francisco.
Este viernes 29 de junio, en el curso de la Misa por la Solemnidad de los Santos Pedro y Pablo, Patrones de la Iglesia de Roma, el Papa Francisco impondrá el palio a 29 nuevos metropolitas, como signo de comunión con el Obispo de Roma y de compromiso a ser instrumentos de comunión se informó en un comunicado.
El Sagrado Palio es el ornamento litúrgico de honor y de jurisdicción, símbolo de la oveja perdida y del Buen Pastor que da la vida por su rebaño, constituido en su forma actual por una faja de lana blanca ancha 4-6 centímetros adornada por 6 cruces y dos orlas de seda negra cuyas extremidades se apoyan sobre el pecho y sobre los hombros.
El palio gira entorno a los hombros en forma de anillo, está cocido sobre el hombro izquierdo y con dos extremos que descienden hacia atrás y adelante. Está adornado sobre el pecho, sobre la espalda y sobre el hombro izquierdo por un agujón (acícula) que antiguamente servía para mantener firme el ornamento en los tres puntos precisados.
La bendición de la lana el día de Santa Inés
Los Sagrados Palios son confeccionados con la lana de dos corderos blancos criados por las religiosas del convento romano de San Lorenzo en Panisperna, que luego es ofrecida al Papa por los religiosos de la Orden de los Canónigos Regulares Lateranenses, que sirven en la Basílica de Santa Inés Extramuros, en cuya cripta están custodiadas las reliquias de la Santa junto a aquellas de Santa Emerenciana.
Y precisamente los corderos acompañan a menudo en la iconografía tradicional la figura de la Santa romana. Los corderos son bendecidos en la Basílica de Santa Inés el 21 de enero, día en el cual se conmemora la muerte cruenta de la mártir romana, sucedida alrededor del 350 en el Circus Agonalis, actual Plaza Navona, lugar donde hoy surge la cripta dedicada a ella, y donde fue expuesta y luego atravesada por una espada, como se mataban los corderos.
El Papa Francisco ha bendecido los corderos, tradicional símbolo de la Santa, cuya lana servirá para confeccionar el Palio en la casa Santa Marta. Las religiosas de Santa Cecilia en el barrio romano de Trastevere tejen los Palios con la lana de los corderos apenas esquilados.
El Papa bendice los nuevos Palios en las Primeras Vísperas de los Santos Pedro y Pablo
Cada año, en las Primeras Vísperas de la Solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo del 29 de junio, el Papa bendice los nuevos Sagrados Palios que son custodiados, hasta el año siguiente, en una caja de plata dorada, don de Benedicto XIV, conservada en el llamado “nicho de los palios” en la Tumba de San Pedro, debajo del Altar de la Confesión, de donde se toman para ser impuestos a los metropolitanos, o entregados a sus procuradores, por el cardenal protodiácono en nombre del Romano Pontífice.
En la ceremonia de bendición de los Sagrados Palios, que tiene lugar en los departamentos privados del Papa, participan dos padres trapenses, dos canónigos del capítulo de San Juan, el decano del Tribunal de la Rota Romana, dos integrantes del personal de la antecámara pontificia y dos oficiales de la Oficina de las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice.
La historia de los Palios
En un primer momento, el Palio fue un ornamento exclusivo del Sumo Pontífice pero, a partir del siglo 6, el Papa lo concedió también a aquellos obispos que hubieran recibido una especial jurisdicción de la Sede Apostólica. En efecto, el Papa Símaco lo concedió en el 513 a Cesario, obispo de Arles. Según una costumbre que remonta a la mitad del siglo 9, los metropolitanos deben pedir el Palio al Papa.
Los metropolitanos son obispos que presiden una provincia eclesiástica y desarrollan funciones de vigilancia y de suplencia sobre los demás obispos de la provincia, llamados “sufragáneos”, del sufragio o voto al cual ellos tienen derecho en el Concilio provincial. Los metropolitanos deben pedir el palio personalmente o a través del procurador, dentro de los primeros tres meses de su consagración episcopal, o bien, si ha ya sido consagrado, en los sucesivos tres meses desde el nombramiento.
El Sagrado Palio en las antiguas representaciones
Ya las más antiguas representaciones del Sagrado Palio en el famoso marfil de Tréveris, en una procesión con reliquias de la mitad del siglo 5, y más claramente en la figura del obispo Maximiano en el mosaico de San Vitale de Ravena de la primera mitad del siglo 6, lo muestran en forma de bufanda entorno a los hombros, las dos partes pendientes del hombro izquierdo.
Desde la mitad del siglo 9 los dos extremos comienzan a pender, agarrados con dos agujones, exactamente en el medio del pecho y de la espalda. Un tercer hombro lo fija sobre el hombro izquierdo. Seguidamente en lugar de dos agujones hay una costura fija y los 3 agujones quedan como decoración. Los dos extremos, antes de un considerable largo hasta la rodilla, se acortan después del siglo 15 hasta la forma actual (del siglo 17).
La decoración del Palio con la cruz, iniciado ya en el mosaico ravenés, aumenta en la época carolingia. En el medioevo, con Inocencio III es de color rojo. El Palio del arzobispo de Colonia, Clemente Augusto, fallecido en el 1761, tenía 2 cruces negras y 6 rojas.