Coahuila y la paz
“Que Dios melifique tu Ser Montaras”…
OAXACA, Oax. 27 de marzo de 2019.- En la administración del presidente Felipe Calderón se declaró una guerra frontal contra el crimen organizado. Se ordenó a todas las instituciones del Estado involucrarse en esa lucha tan frontal como estéril en el sentido de que no tuvo resultados pragmáticos, esto es, sin un valor práctico para la vida nacional.
Como toda guerra, es y ha sido sangrienta. Con bajas para ambos lados, con sufrimiento y dolor para los hijos y esposas de los caídos en la lucha.
Es indudable, notorio, evidente, que no solo dicha guerra ha terminado con el crimen, organizado y desorganizado, ni siquiera ha bajado su intensidad la que va en aumento; ni es la guerra sangrienta, ni ampliar el catálogo de delitos graves, ni aumentar las penas de prisión lo que va a conseguir disuadir a la sociedad de caer en las manos de la delincuencia y formar parte entre sus filas.
Hace muchos años que quedó demostrado que la ejemplaridad de las penas no evita la comisión de delitos.
En otro contexto, las conferencias mañaneras del señor Presidente, no han logrado orientar al país, fijar un rumbo cierto a la Nación, porque la Nación no está preparada ni formada en tanta apertura. No se puede acabar con un mito en un instante.
La figura del Presidente en México es aparte de un símbolo, un tabú, es algo mágico, casi divino; por lo menos la mitad de los mexicanos crecimos y fuimos formados bajo el sello de ese símbolo. Así es y así está hecho. Y ya.
Como la apertura del actual Presidente sale de la formula mágica, se malinterpreta y se ha convertido en el mejor combustible para los memes, para el comentario chusco, el que vierte veneno diría el poeta, se aprovecha por el mexicano de a pie y por el intelectualoide, por los youtubers y medios serios, para sembrar inquina, odio, rencor, polarización. Todos son dueños de la verdad absoluta y absolutista. Todos tienen la razón y no están dispuestos a conceder razón al que se manifieste en forma diferente.
Todos arguyen la existencia de derechos innatos, sin reconocer la existencia de ninguna obligación.
La ruta que se avizora es preocupante porque se dirige al despeñadero sin que exista un freno que controle la velocidad vertiginosa con que el país se precipita en el desorden y el encono, la división y la frivolidad de las bromas chuscas.
En preciso en este momento, que nuesstro Presidente, actúe como el estadista que debe ser y convoque urgentemente a un acuerdo para la paz y la reconciliación nacional.
Es de proponerse como en efecto se propone, la paz y la reconciliación nacional.
Pero como un ejercicio inminente, como algo real, como algo serio, para reparar el daño y evitarlo en el futuro: Paz, hermano Francisco.
“El varón que tiene corazón de lis,
alma de querube,
lengua celestial,
el mínimo y dulce Francisco de Asís,
está con un rudo y torvo animal,
bestia temerosa, de sangre y de robo,
las fauces de furia,
los ojos de mal:
el lobo de Gubbia,
el terrible lobo,
rabioso, ha asolado los alrededores;
cruel ha deshecho todos los rebaños;
devoró corderos,
devoró pastores,
y son incontables sus muertes y daños….
Francisco responde: ?En el hombre existe
Mala levadura.
Cuando nace viene con pecado. Es triste.
Mas el alma simple de la bestia es pura.
Tú vas a tener
Desde hoy qué comer.
Dejarás en paz
Rebaños y gente en este país.
¡Que Dios melifique tu ser montaraz!
Está bien, hermano Francisco de Asís.
Ante el Señor, que todo ata y desata,
En fe de promesa tiéndeme la pata.
El lobo tendió la pata al hermano
De Asís…
Mas empecé a ver que en todas las casas
Estaban la Envidia, la Saña, la Ira,
y en todos los rostros ardían las brasas
de odio, de lujuria, de infamia y mentira.
Hermanos a hermanos hacían la guerra,
perdían los débiles, ganaban los malos,
hembra y macho eran como perro y perra,
y un buen día todos me dieron de palos.
Me vieron humilde, lamía las manos
y los pies. Seguía tus sagradas leyes,
todas las criaturas eran mis hermanos:
los hermanos hombres, los hermanos bueyes,
hermanas estrellas y hermanos gusanos.
Y así, me apalearon y me echaron fuera.
Y su risa fue como un agua hirviente,
y entre mis entrañas revivió la fiera,
y me sentí lobo malo de repente;
mas siempre mejor que esa mala gente.
y recomencé a luchar aquí,
a me defender y a me alimentar.
Como el oso hace, como el jabalí,
que para vivir tienen que matar.
Déjame en el monte, déjame en el risco,
déjame existir en mi libertad,
vete a tu convento, hermano Francisco,
sigue tu camino y tu santidad.
Ilistra l santidad de don Rubén Darío. Parece que los motivos del Lobo se los escribió a López Obrador.
La paz y la reconciliación nacional, tema que ampliaré en otra entrega.
En fin, cada quien.