La Constitución de 1854 y la crisis de México
David Dorantes | Apuntes
CIUDAD DE MÉXICO, 7 de julio de 2019.- Pareciera increíble el grado de incapacidad que tienen los gobiernos de México -particularmente los municipales- y sus equipos de comunicación social para dimensionar al reto que se afrontan desde este año como una constante que terminará hasta la elección de 2020 en Estados Unidos; sin dudarlo, los migrantes agudizarán la narrativa política en todas sus variables, por lo que estoy seguro que seremos testigos de casos avezados –los menos- hasta los más nefastos.
Considerando que existen demasiadas oportunidades para especializarse en comunicación política, o por lo menos hacer una profunda búsqueda en internet para analizar senda cantidad de estudios que están publicados con libre acceso, los comunicadores sociales de vieja escuela son reactivos, lineales y de formas anquilosadas, resulta condenable que estén frente a la crisis migratoria sin actualizar su narrativa.
Cuando me preguntaron en enero de este año sí quería llevar la estrategia política para la candidatura del panista Juan Manuel Gastélum Buenrostro para su reelección como presidente municipal de Tijuana, Baja California, me negué solo porque su suerte ya estaba echada por él mismo.
El polémico panista más conocido como El Patas, declaró el 15 de noviembre de 2018 “dentro de este grupo –migrantes- de personas se ha colado una serie de viciosos… son una bola de vagos y marihuanos… son indeseables… no queremos que estén molestando a Tijuana”.
Recordemos que la crisis migratoria en México tiene tres componentes fundamentales que no deben ser quitados de la fórmula del planteamiento de cualquier estrategia de comunicación; uno, es la actualización del marco jurídico-normativo de 2011 con un fuerte impacto en la Ley de Migración; dos, es la crítica situación política-social que están viviendo en el triángulo norte de américa central (Guatemala, Honduras y El Salvador) de donde provienen 92 por ciento de la migración rumbo a la frontera norte mexicana; tres, la compleja relación con Estados Unidos en tiempos de Donald Trump.
Atendiendo tan solo el último punto referido de la fórmula, Trump amagó al gobierno federal encabezado por Andrés Manuel López Obrador. Algo que está por demás claro es que desde el 30 de mayo de este año, el presidente de Estados Unidos estableció que éste será la retórica que le ayudará a reelegirse por la Casa Blanca en 2020.
Sin embargo, se debe ponerse en la mira que tanto Texas como Arizona tienen un senador republicano que busca la reelección, mientras en Nuevo México un demócrata ya está en edad de retiro, y los representantes (diputados) texanos en su mayoría republicanos también irán a reelección.
Es decir, lo que diga sin estrategia un presidente municipal, un diputado local o un gobernador, tendrá como contexto político la retórica de un muy poderoso candidato y magnate de Estados Unidos, acompañado por sendos candidatos fronterizos de Texas, Nuevo México, así como el polémico antiinmigrante estado de Arizona.
Sin olvidar que la crisis fue agudizada por Andrés Manuel López Obrador al derrumbar los procesos sobre la migración establecidos en el sexenio pasado, abriendo la puerta del país.
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