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CIUDAD DE MÉXICO, 10 de agosto de 2019.- Para quienes tienen algún gato o perro, esta mascota es parte de la familia, al grado de llamarles gathijos o perrhijos, sin embargo, permitir que perros y gatos laman nuestro rostro es una práctica común que puede implicar riesgos para la salud.
Esto, porque se transmiten bacterias que si bien no son letales, sí producen inflamación crónica en el estómago, dolor abdominal, diarrea, fiebre, e incluso afectan órganos como hígado y pulmones, afirmó Nayeli Xochiquetzal Ortiz Olvera, de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.
La gastroenteróloga reconoció que no todas los microorganismos que los animales transmiten a las personas causan enfermedad, pero algunos sí deben considerarse de cuidado, como Campylobacter jejuni; Helicobacter heilmannii (H.H.) y pylori (H.P.), además de Toxocara.
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