
Disminuyen bloqueos en Oaxaca durante abril: Sego
OAXACA, Oax., 9 de mayo de 2025 .- En cada paso que da, Álvaro Gabino Ramírez Martínez lleva consigo la experiencia de 38 años enfrentando a un enemigo microscópico de la salud pública: el paludismo. En la Jurisdicción Sanitaria 4 Costa, su presencia con casco amarillo y uniforme beige ya es sinónimo de compromiso, conocimiento y entrega.
Originario de Ocotlán de Morelos, padre de tres hijos profesionistas y con 58 años de edad, Álvaro es actualmente encargado del Componente de Paludismo en esta demarcación perteneciente a Servicios de Salud de Oaxaca (SSO).
Su historia comenzó en 1987, en San Miguel del Puerto y Santa María Huatulco, cuando ingresó al Departamento de Vectores como técnico en programas de salud. Desde entonces, su trayectoria ha sido ascendente, pasando por jefaturas de brigada, sector y distrito, hasta convertirse en pieza clave en la planificación y operación de estrategias para combatir esta enfermedad transmitida por el mosquito Anopheles.
«Nuestra trinchera está en el campo, en las comunidades, en los hogares. Cambiar hábitos y eliminar criaderos es salvar vidas», asegura Álvaro, quien ha recorrido durante años kilómetros de distancia para cruzar ríos y arroyos en las zonas más apartadas, para combatir al zancudo.
El paludismo, causado por el parásito Plasmodium, provoca fiebre, escalofríos, vómito y dolor de cabeza. Si no se trata de un tiempo, puede generar la muerte. En este 2025, gracias al trabajo de brigadas como la suya, la región Costa mantiene cero casos activos, un logro que habla de disciplina, perseverancia y trabajo en equipo.
Más allá del rociado, muestreo larvario o mapeo de criaderos, Ramírez Martínez destaca el poder de la concientización comunitaria: «No es solo fumigar, es enseñar, acompañar, generar conciencia. Sin la gente, no hay programa que funcione», precisó.
Durante casi cuatro décadas, ha sido testigo de cómo el paludismo ha cedido terreno ante estrategias basadas en evidencia, actualizaciones técnicas permanentes y el trabajo articulado con autoridades municipales, estatales y federales.
Su experiencia ha contribuido a fortalecer el Programa de Enfermedades Transmitidas por Vector, con propuestas innovadoras que hoy forman parte de los planes operativos anuales.
Su convicción sigue intacta 38 años después. «Mientras haya riesgo, no podemos bajar la guardia. Nuestra meta es clara: mantener el paludismo lejos de nuestras comunidades», afirma con la serenidad de quien ha cumplido, día tras día, con la misión de proteger la vida.
En cada comunidad que visita, en cada conversación que sostiene con pobladores, Álvaro Gabino Ramírez deja una huella: la del servidor público que convirtió su vocación en una causa de vida.