Día 18. Genaro, víctima de la seguridad nacional de EU
CIUDAD DE MÉXICO, 21 de febrero de 2018.- Cuando faltan casi cinco meses para la madre de todas las elecciones, el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador sigue a la cabeza de las preferencias electorales y salvo algunas excepciones de encuestadoras que, dicen, son pagadas por el cliente y le fabrican los resultados a su gusto, permea la idead e que el primero de diciembre tendremos a un tabasqueño en Palacio Nacional.
Incluso los seguidores del Peje se animan a proponer que se cancele el costosísimo proceso electoral en marcha y ya le reconozcan el triunfo a su mesías, cerrando los ojos ante una realidad planteada por los analistas más experimentados, que aseguran que otra vez López Obrador caerá en los errores que ha cometido en las dos anteriores ocasiones en que se postuló para buscar la silla presidencial.
La va a “cruzazulear”, señalan, refiriéndose a lo que le pasa al equipo de fútbol Cruz Azul, que anda por las mismas, pues gasta millonadas en refuerzos y al final se queda en la orilla, no gana el campeonato.
Volviendo a López Obrador ya cometió errores graves, como hacer candidato al senado, a gobernadores y a diputados a muchos personajes que no tienen buena fama y algunos hasta han sido sujetos a proceso, como Napoleón Gómez Urrutia, quien ya ni mexicano es, pues desde 2014 se nacionalizó canadiense.
La lista es larga, pero basta con mencionar a este “Napito”, quien tras heredar de su padre el liderazgo del Sindicato Minero, se ha dado vida de príncipe a costa de los trabajadores, a los que incluso, dicen, les birló 55 millones de dólares de las cuotas.
Y qué decir del ex futbolista profesional Cuauhtémoc Blanco, que hizo un pésimo gobierno como alcalde de Cuernavaca, pero López le dio su bendición para convertirlo en candidato al gobierno de Morelos, pagando así la cuota al partido Alianza Social (PES), que se le unió luego de que su jefe, promotor y financiador, Miguel Ángel Osorio Chong, no alcanzó la candidatura del PRI a la silla grande.
En fin, por cosas así y otras que ya se irán conociendo, es que irán bajando los bonos de López Obrador y al final se va a volver a quedar en la orilla, dicen los que saben.
Por cierto, ayer presentó la Auditoria Superior de la Federación, con su encargado del despacho, Juan Javier Pérez Saavedra, los resultados de la Cuenta Pública 2016 y recibieron el reconocimiento de sus jefes los diputados, encabezados por el perredista Luis Maldonado Venegas, quien preside la Comisión de Vigilancia, quien ha hecho un excelente trabajo, pero no se le reconoce que en el seno de dicha comisión se haya aprobado por unanimidad la terna de candidatos a presidir la Auditoria Superior de la Federación, pero hoy sigue sin designarse a ese funcionario, solo porque se ha opuesto sistemáticamente el coordinador de los diputados del PAN, Marko Cortés, echando por tierra el trabajo de toda una comisión.
Y a ver hasta cuando accede el diputado panista para que el nombramiento se haga antes de que termine la actual legislatura.
En la presentación de los resultados de la revisión de Cuenta Pública de 2016, llamó la atención la denuncia que hizo la diputada Claudia Corichi, de Movimiento Ciudadano, en el sentido de que ninguna de las cuentas públicas del gobierno de Peña Nieto ha sido aprobada, debido a que todas presentan anomalías e irregularidades que no han sido subsanadas. Uno tendría que preguntar, si no se cumple con la ley, qué caso tiene mantener ese aparato tan enorme que es la Auditoria Superior de la Federación.