AMLO: temas y problemas iniciales

Oaxaqueñología |  Raúl Ávila Ortiz

Hacia el 1-D

OAXACA, Oax., 15 de julio de 2018.- La discusión pública relevante postelectoral se orienta hacia propuestas, condiciones y problemas que afrontará el nuevo gobierno y su actuación en un marco constitucional y democrático.

De un lado, para el senador electo Martí Batres, la agenda de gobierno que pasa por la función legislativa debe priorizar cuatro temas: anticorrupción, economía, política social y derechos humanos de grupos vulnerables.

Para el auto propuesto posible líder de Morena en San Lázaro, Porfirio Muñoz Ledo, lo primero es afianzar la presidencia de AMLO vía cumplimiento de promesas anticorrupción, luego transformar el Congreso y, más adelante, una nueva Constitución.

El propio AMLO presentó recién 12 medidas legales que pretende concretar de entrada: austeridad gubernamental; salarios máximos y mínimos, sobre todo en zona fronteriza, y no a privilegios burocráticos; nueva secretaría de seguridad pública; agravamiento de sanciones a fraude y corrupción; presupuesto 2019; Estado Mayor Presidencial; no privatización del agua; no a reforma educativa 2013, sí a derecho para acceder a todos los niveles; y consulta ciudadana, en particular para revocación del mandato.

Por ello, en diferentes sectores de la próxima administración comienzan a construirse agendas: TLCAN, migración y seguridad, en Relaciones Exteriores. Amnistía, justicia transicional, pacificación y fortalecimiento del estado de Derecho, en Gobernación.

Fiscalía autónoma efectiva y reajustes diversos, en procuración de justicia y seguridad. Austeridad, recortes, centralización de compras y rubros como comunicación y delegaciones federales, y desconcentración de secretarías de estado, en hacienda y administración. Educación cancelada, energía revisada y política indígena redefinida.

En fin. Sobran planteos y propuestas. También sobra y falta tiempo. Y algunos cuestionamientos.

Por otro lado, algunos líderes ahora de oposición, opinadores y organizaciones civiles ejercen la sana crítica, a la vez que los partidos perdedores el 1o de julio tratan de hacer balances, redefinir dirigencias y reorganizarse antes de reaccionar.

En Relaciones Wxteriores, se hace ver la dificultad de armonizar el enfoque económico prevaleciente hasta ahora con otro emergente de corte político, social y estratégico frente a un Trump neo-conservador y pragmático.

En Gobernación, la advertencia sobre la compleja selva de poderes paralelos e ilícitos más intereses creados que medran detrás del argumento federalista. Quizás este debería ser  rescatado después de su consabida captura y consecuente debilidad actual.

En seguridad y justicia, se demanda una opción no presidencialista de nombramiento del Fiscal General y una visión integral para propiciar auténtica eficacia de las policías, fiscalías e instancias de impartición de justicia.

En Hacienda, Contraloría y Anticorrupción se exige hacer bien las cuentas para evitar pifias costosas. Actuar conforme a Derecho. No desmantelar instituciones. No sacrificar derechos y activos existentes en recursos institucionales y menos aún a fin de favorecer clientelas no capacitadas que reducirán más la eficacia institucional. Mejor: atar en serio las manos a los propios partidarios.

En Educación, no solo garantizar derecho a la educación superior sino calcular bien la infraestructura y sus modalidades. En todo caso, relevar el modelo educativo con todo un nuevo sistema educativo, que no es lo mismo. Y hacerlo oportunamente.

En Energía, probar que la reconfiguración de cuatro refinerías y la construcción de una o dos nuevas en verdad será más eficiente y bajara a la larga los precios de los combustibles. Que no se trata de una medida populista de corto-mediano plazos.

En el horizonte de largo plazo, hacia 2021, la izquierda ilustrada apunta una nueva Constitución. Todas las transiciones democráticas iniciaron a concluyeron con un nuevo texto que ancla la nueva República en principios, instituciones, reglas y compromiso con nuevas prácticas y ética pública.

En su momento, Oaxaca podría contribuir y abonar al ejemplo.