Día 23. Por oportunismo, crisis en Ciencias Políticas de la UNAM
CIUDAD DE MÉXICO, 6 de noviembre de 2017.- Todos los pasos del Frente Ciudadano se encaminan a que Ricardo Anaya sea el candidato presidencial y Alejandra Barrales a la Jefatura de Gobierno.
Esos pasos son hacia el lado, en zigzag, para atrás, para adelante, el caso es que los candidatos sean Anaya y Barrales. Van a pisar, y lo han hecho, al que se interponga en su camino.
Miguel Ángel Mancera pidió elección abierta y lo mandaron a formarse a la fila de las tortillas. Para atrás.
Rafael Moreno Valle exigió elección abierta y piso parejo, y también le contestaron que no.
¿Por qué iban a acceder a las demandas de esos dos personajes si ya le dijeron que no a la puntera en las encuestas, Margarita Zavala?
No hablamos de aspirantes menores. Son Mancera, Moreno Valle y Zavala.
Todos van a sentir en su cuello la hoja fría de la guillotina de Ricardo Anaya.
Monreal era la carta para que el Frente ganara la Ciudad de México, y no lo buscaron.
El PRD desechó a Monreal, nunca le hablaron ni le mandaron mensajes de acercamiento. Y no lo van a hacer porque esa candidatura está escriturada para Alejandra Barrales.
¿De veras cree Barrales que va a ganar la ciudad más crítica del país, con una casa en Las Lomas y un departamento en Miami?
Por más legítimos que sean sus ingresos, se la van a comer vida. El poder ciega.
Ricardo Anaya tiene preparación y disciplina, pero ¿puede ganar la Presidencia después de haberle dado a beber la cicuta en público a Margarita Zavala y a Rafael Moreno Valle, y bloqueado a Mancera?
Seguramente cuenta con el respaldo de la burocracia de su partido. La controla. Están de su lado la mayoría de los gobernadores que quieren ubicar a sus piezas en las listas de candidatos al legislativo.
Y son suyos los senadores y diputados que quieren brincar a otra posición y necesitan su visto bueno. La va a ganar.
Tiene a la nomenklatura del PAN y a la dirigencia del PRD a sus pies.
Sin embargo no ha medido que Margarita y Moreno Valle cuentan con arrastre en el panismo de base y eso va a pesar a la hora de la votación constitucional. El poder ciega.
Las respuestas que han dado para evadir una elección abierta son inverosímiles hasta para un niño.
Dicen en el PAN que no quieren que el PRI les ponga candidato. ¿El PRI? ¿Ponerles candidato? Si eso fuera verdad, tendrían perdida la elección de julio, a manos del PRI.
No quieren elección abierta porque la ganan Zavala o Moreno Valle. O Mancera.
En el PRD afirman que están abocados a la confección de un programa de gobierno y más adelante verán el tema de las candidaturas.
¿Mas adelante? El PRI destapa en dos semanas, el puntero López Obrador ya es el candidato de Morena, el 15 del mes que viene empiezan las precampañas y ellos ¿lo dejan para después?
Puro cuento. No quieren hablar del tema porque esas candidaturas tienen dueños: Anaya y Barrales.
Habrá que ver cómo les dice Barrales a los perredistas de base, pueblo-pueblo de Ciudad Nezahualcóyotl o de las barrancas de la delegación Álvaro Obregón, que la mejor opción para la presidencia es un señor del PAN que viene de Querétaro.
Y cómo se las va a ingeniar Anaya para explicar a los panistas de leyes y orden, que deben votar por Alejandra Barrales del PRD.
Que digan lo que quieran Miguel Mancera y Rafael Moreno Valle. Van a correr la suerte de Margarita. El candidato es Anaya
Lo mismo en el PRD. Ni se hagan ilusiones de elecciones abiertas o encuestas limpias para la Jefatura de Gobierno. La candidata es Barrales.
Anaya y Barrales. No hay más. Pero pueden perder las elecciones constitucionales, porque tal vez se queden solos.