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OAXACA, Oax., 26 de julio de 2016.- Al ritmo del “Son Calenda” y con el cielo iluminado por los juegos pirotécnicos, concluyó exitosamente y con saldo blanco la primera y segunda emisión del Primer Lunes del Cerro la cual cautivó a las 11 mil almas que se congregaron en el Auditorio Guelaguetza.
En un comunicado se informó que otras dos mil permanecieron afuera de la Rotonda de la Azucena, quienes por motivos de seguridad y por lo lleno del Auditorio, no pudieron ingresar.
Por más de tres horas y media, la máxima fiesta de los oaxaqueños se desarrolló con gran ánimo y espíritu festivo por parte de los asistentes, quienes no dejaron de vitorear, admirar y cautivarse con la Guelaguetza.
Esta edición número 84 se realizó en un renovado Auditorio, al restituirse en un 100 por ciento la instalación de la velaria, proyectando un nuevo rostro arquitectónico del Coloso del Fortín; además de contar con nuevas escalinatas y un amplio estacionamiento con una capacidad para 600 vehículos.
Tanto en la emisión matutina y vespertina, miles de familias oaxaqueñas, así como turistas de México y de otros países, abarrotaron la Rotonda de la Azucena, fusionándose en un solo contingente para disfrutar de los bailes, versos y música de las 26 delegaciones que participaron en el Primer Lunes del Cerro, el cual se desarrolló sin contratiempos y sin ningún incidente.
En su emisión de la tarde, la fiesta folclórica más grande de México y América Latina, inició con la llegada de la Diosa Centéotl, Leticia María Reyes Salinas, originaria de Santiago Jamiltepec, quien con gran júbilo y alegría dio la bienvenida a los asistentes a esta fiesta de hermandad, tradiciones y costumbres.
Posteriormente, junto con el gobernador Gabino Cué Monteagudo disfrutó las presentaciones de las delegaciones participantes.
Durante su trayecto al Palco B, donde lo esperaban representantes e integrantes de los tres poderes del estado, así como invitados especiales, el mandatario oaxaqueño se dio tiempo para saludar a visitantes nacionales y extranjeros, quienes ya estaban ansiosos por disfrutar de la Guelaguetza.
Desde el Cerro del Fortín y con un cielo nublado, el sonido de los chirimiteros anunció el inicio de esta fiesta multicolor, para después dar paso a la delegación de las Chinas Oaxaqueñas, representando a la región de los Valles Centrales con el convite oaxaqueño al ritmo del Jarabe del Valle, acompañadas con las tradicionales marmotas, farolitos y sus canastas adornadas con flores, llenaron de alegría el escenario.
Así, durante más de tres horas fueron presentándose cada una de las 15 delegaciones participantes en esta segunda emisión del primer Lunes del Cerro, acompañadas algunas por la Banda de Música de la Policía Estatal, bajo la dirección del maestro Calixto García Baltazar.
Hombres y mujeres de la región de la Cuenca del Papaloapan, remembraron con su fandango la cosecha de la Piña, principal fruto que se da en esta región del estado, acompañados de la jarana y arco; mientras que Santiago Juxtlahuaca, presentó su tradicional Danza de los Rubios, la cual se baila en su carnaval y muestra la bravía de los hombres de la mixteca baja, en su trayecto del arrío de ganado.
La amenaza de lluvia no fue impedimento para que los asistentes mostraran su ánimo desbordado en cada una de las presentaciones, sobre todo al recoger los obsequios que lanzaban los participantes de cada delegación, productos típicos de sus comunidades como frutas, comida y artesanías.
Tocó a la comunidad zapoteca de San Antonino Castillo Velasco, ofrecer el baile del “dote” y el tercer día del fandango, una tradición muy arraigada que caracteriza a este pueblo de los Valles Centrales.
Desde la región Cañada, Huautla de Jiménez, llevó hasta el Cerro del Fortín la representación del Recibimiento de los Novios, que se realiza de manera tradicional en una boda mazateca.
Ocotlán de Morelos no se quedó atrás y dio muestra de su grandeza con el baile “La llevada del Guajolote”, tradición realizada en este lugar dos días antes de la celebración de una boda.
Uno de los momentos más esperados fue la presentación de “Flor de Piña”, a cargo de guapas mujeres oriundas de San Juan Bautista Tuxtepec, en la región de la Cuenca del Papaloapan, quienes con gran sincronía y alegría pusieron de pie a las 11 mil personas que presenciaron su baile tan gustado, provocando una prolongada ovación.
Posteriormente, San Andrés Huaxpaltepec, de la región de la Costa, mostró su tradicional mayordomía, acompañada del “Fandango de Cajón”, compartiendo así su cultura y creencias religiosas.
No podía faltar la delegación de la región Mixteca, quien hizo su entrada a la rotonda de la Azucena con los acordes de la Canción Mixteca, a lo que el público asistente acompañó ondeando sus sombreros y entonando la letra de esta melodía, para posteriormente disfrutar del tradicional “Jarabe Mixteco”.
En esta fiesta de color y tradición, no podía faltar la región de la Sierra Sur, con la participación de la Tierra del Son y la Chilena -Villa Sola de Vega- cuya delegación ofreció su “Fiesta Solteca”.
Se interpretaron las “Velas de Santiago Apóstol”, ofrecido por la delegación de San Blas Atempa, del Istmo de Tehuantepec, que con gran gallardía y tradición cautivó al público que gustosos tomaban fotos para el recuerdo.
Para cerrar con broche de oro este Primer Lunes del Cerro, no podía faltar la región de la Costa que con la picardía y alegría que le caracteriza, al disfrutar de sus Sones y Chilenas a través de la delegación de San Juan Cacahuatepec y Pinotepa Nacional.
Las Chinas Oaxaqueñas se encargaron de darle el toque final a esta fiesta que hermana a los pueblos de Oaxaca y proyecta su cultura a otros continentes.
Según el reporte de la Secretaría de Seguridad Pública y la Secretaría General de Gobierno, las dos emisiones del Primer Lunes del Cerro terminó con saldo blanco.
En este despliegue operativo participaron más de 3 mil elementos de la Policía Estatal, Policía Vial del Estado, Policía Auxiliar y el Heroico Cuerpo de Bomberos, quienes junto con la Policía Federal, así como de la Agencia Estatal de Investigaciones y la Policía Municipal de Oaxaca de Juárez, se encargaron de brindar seguridad y salvaguardar la integridad física y patrimonial de los asistentes.