Inicia este jueves la jornada 13 de la Liga de Expansión en Morelia
MORELIA, Mich., 9 de agosto de 2016.- Imposibilitados por circunstancias que no eligieron para levantar con orgullo la bandera que les viera crecer, durante su participación en los Juegos Olímpicos, diez atletas ahora son parte de la historia: conforman el primer equipo de refugiados del mundo.
En vista de su estatus y por seguridad ante su condición, estas personas no son identificadas como pertenecientes a una tierra en específico, sino como independientes en calidad de refugiadas, según lo estableciera el Comité Olímpico Internacional (COI) desde el 2 de marzo de este año.
En un principio, aproximadamente unas 40 personas eran aspirantes para la conformación del equipo, hasta que la selección se redujo a 10: dos del Congo, uno de Etiopía, cinco de Sudán del Sur y dos de Siria.
Entre los talentos se encuentran seis corredores, dos nadadores y dos yudocas. Para formar parte del equipo de Atletas Refugiados Olímpicos (ROA por siglas en inglés), los aspirantes igualmente debieron demostrar que tenían las condiciones para ello, como su facilidad o instrucción para el deporte que fueran a desarrollar, y estar verificado por las Naciones Unidas que realmente son refugiados.
“Como deportista y asilado puedo relativamente entender lo que se siente no poder representar a tu equipo, a tu país, con todas las de la ley. Entonces que les ofrezcan la oportunidad de sentir que representan algo, así sea con la condición de refugiados, debe ser un honor y un alivio. Una realización para cualquier atleta”, manifestó Francisco Pérez, corredor asilado político en Estados Unidos.
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