Aurora López Acevedo* |¿Cómo apoyar la educación durante la pandemia?

OAXACA, Oax. 21 de septiembre de 2020.- La crisis sanitaria que comenzó en México hace seis meses, obligó a impartir la educación en su modalidad en línea y por televisión, lo que conocemos como educación a distancia, como el vehículo ideal para concluir los programas escolares a marchas forzadas e iniciar el año escolar 2020-2021.

El alumnado, el magisterio, padres y madres de familia no estábamos preparados para que la niñez y juventud, principalmente, continuaran sus estudios y les impartieran cursos bajo esta modalidad.

Ya sea por límites para acceder a equipos, insumos y servicios tecnológicos básicos; o porque un número no menor de la población educativa carece de conocimientos y hábitos tecnológicos y digitales básicos, lo cual conduce a que no tengan acceso a las nuevas tecnologías o no las usen.

Lo anterior se hace aún mas evidente con datos de la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares de 2019, la cual se enfoca a estudiar a los mexicanos mayores de seis años de edad:

• 31 millones de hogares mexicanos tiene cuando menos una televisión, el 92.5%;
• 20.1 millones de hogares mexicanos tienen acceso a internet, el 56%;
• 80.6 millones son usuarios de internet, el 70% de mexicanos, en zonas urbanas;
• 49.4 millones son usuarios de una computadora, el 43% de los mexicanos.

Diversos especialistas, científicos y autoridades de la Organización Mundial de la Salud (OMS) prevén que la pandémica de la Covid 19, tendrá una duración a nivel internacional y en México de entre 2 y 3 años, o incluso más tiempo.

Lo anterior conduce a prever que la educación a distancia será la principal modalidad educativa para evitar la paralización de ejércitos de millones de educandos y académicos, quienes cada año demandan servicios educativos, legítimamente.

Desde la perspectiva de otro ámbito, es previsible que la sociedad mexicana y la oaxaqueña prefieran esta modalidad educativa para evitar que la niñez y la juventud se expongan al contagio del Coronavirus ante la posibilidad del regreso a las clases presenciales como está sucediendo en varias partes de Europa.

En casos extremos, es posible que muchos padres de familia opten porque sus hijos pierdan uno o dos años escolares para evitar arriesgarlos al contagio, lo cual, además, compromete la salud de toda la familia, el futuro mismo de la Pandemia, y con ello, una mayor profundización de la grave crisis económica que se esta desarrollando.

A la educación a distancia podemos reconocerle valiosas características como también importantes desventajas; no obstante, todo indica que esta será la opción formativa del futuro, creando un híbrido con los cursos presenciales.

Esta modalidad educativa es un tema de la mayor relevancia porque de ella depende el futuro de las nuevas generaciones en Oaxaca, en México, en todo el mundo.

Por todo esto es fundamental acompañar, apoyar y motivar a los estudiantes para que transiten lo mejor posible esta difícil e inédita circunstancia que vivimos, y adquieran los mayores conocimientos escolares con la educación a distancia, a pesar de sus pros y contras.

Las siguientes, son una serie de sugerencias para tutores, padres, y madres cabeza de familia, con los cuales contribuyan a las óptimas condiciones de estudio de la población escolar, en la medida de sus posibilidades:

1. Ubicar un lugar dentro de la casa para habilitarlo específicamente para que estudien y tomen cursos con las facilidades tecnológicas básicas en la medida de lo posible;

2. Invitarles a crear rutinas y horarios, a formarse hábitos de estudio, a conocer sus límites;

3. Estimularles para evitar la procastinación, y generar incentivos para su constante buen desempeño;

4. Ser pacientes, felicitarles por sus logros, y auxiliarles cuando tengan grandes cargas de trabajo escolar;

5. Aconsejarles cuando deban elegir temas y cursos a efectuar, y sugerirles aplicaciones para un mejor desenvolvimiento;

6. Evitarles distractores, sugerirles grupos de estudio, y apoyarles con nuestros propios conocimientos;

7. Crear un ambiente de buena interacción familiar, e impulsar en ellos la socialización adecuada apoyados en las tecnologías y nuevas formas de comunicarse;

8. Estimular las caminatas próximas al hogar, insistir en la resiliencia, y convencerles que la crisis pasará que vendrán mejores tiempos y una nueva sociedad.

No ha sido fácil y sabemos que en hogares donde hay más de un educando la situación puede tornarse compleja, sin embargo, en estos nuevos ritmos de la emergencia debemos procurar la tolerancia, el respeto y la paciencia para que quienes estamos en esta situación podamos fortalecer esos lazos familiares.

• Diputada por el Partido Verde Ecologista de México en Oaxaca