La Constitución de 1854 y la crisis de México
OAXACA, Oax., 18 de diciembre de 2020.- La violencia contra las mujeres es un comportamiento masivamente extendido que ha generado efectos devastadores para la salud física y mental femenina. Por sus implicaciones, a finales del siglo pasado fue reconocida como un problema de salud pública. En 2020, este problema se convirtió en un gran foco rojo a nivel mundial.
Por estas razones es importante hacer conciencia y reiterar con este ánimo los diversos tipos de violencia contra la mujer, por motivos de género:
a. La económica: la que intenta disminuir o limitar sus recursos económicos y patrimoniales para privarlas de autónomía económica;
b. Laboral: trata de discriminar o limitar los accensos, el desarrollo en el trabajo, la estabilidad o el respeto a su salud.
c. La política o institucional: con la cual se busca dificultar, retrasar o impedir su acceso a la vida pública, a la militancia política o a su potestad para elegir o ser elegidas.
d. La psicológica: procura degradar o controlar mediante el acoso, la restricción, humillación, manipulación o aislamiento, los cuales causan daño emocional y psicológico.
e. La física: es la que provoca daño o sufrimiento físico y afecta su integridad personal.
f. La sexual: con esta se amenaza o viola su derecho a decidir sobre su sexualidad, a través del acoso, abuso, la explotación o la intimidación dentro o fuera de cualquier relación.
g. La simbólica: basada en los estereotipos y valores que favorecen la relación desigual, el machismo, la discriminación y el roll de subordinación.
Antes de la pandemia, estas formas de violencia tenían indicadores muy delicados; con la crisis sanitaria y económica las estadísticas alcanzan estándares graves en cualquier nivel socioeconómico, educativo y cultural.
Para dimensionar este severo y grave problema, basta la actualización de la lista actos violentos contra la mujer.
La pandemia y la gran crisis:
a. Obligaron a las mujeres a mantenerse encerradas con sus maltratadores;
b. Incrementó la violencia sexual contra la mujer y complicó la escolarización femenina;
c. Aumentó la violencia contra las mujeres y niñas en internet (la ciberviolencia);
d. Disparó la violencia y el acoso contra personal sanitario, el cual en su mayoría es de género femenino;
e. Aceleraron e incrementarán aún mas los niveles de delincuencia, lo cual casi siempre, afecta mas a las mujeres;
f. Incrementaron en demasía el trabajo casero frente a una empatía familiar nula al respecto;
g. El Home Oficce femenino esta generando jornadas laborales mayores a las 8 horas;
h. La avalancha de despidos y recortes salariales, en muchos casos ilegales, han afectado mas a mujeres;
i. Disminyó notablemente la covertura de programas que atienden mujeres que sufren violencia, por razones presupuestales;
j. Disminuirá sensiblemente los programas de salud afectando la atención de enfermedades crónicas femeninas por recortes de recursos oficiales;
k. También por prepuestos publicos raquíticos se deteriorá la atención mental y psicológica del sector salud, lo que afectará a las mujeres, mayormente;
l. Se incrementará vertiginosamente la prostitución, la explotación sexual y laboral, y la trata de blancas;
ll. Se desarrollarán mayores índices de menor acceso femenino a la educación en todos los niveles.
Pese a estos descarnados escenarios femeninos, serán precisamente las inéditas pandemia y la crisis económica, las que brinden las herramientas y oportunidades ideales para cambiar paulatina y crecientemente la muy compleja realidad del género femenino durante y post pandémico. Para ello es fudamental:
Uno, generar conciencia femenina, y en general, de la delicada realidad de género.
Dos, convencer a las mujeres de la imprescindible idoneidad de la resiliencia.
Tercero, creer ineludiblemente en la principal herramienta de género, la sororidad.
Cuarto, erradicar antagonismos para formentar y practicar la empatía.
Quinto, reconocer que las mujeres son igual o mejores líderes…
Es en la pandemia la gran oportunidad para repensarse lo femenino, en sus legítimas necesidades, la fé en sí mismas, en sus mágicas capacidades; y en 2021, apostar por su genuina capacidad transformadora.
Aurora López Acevedo, Diputada Local de Oaxaca del Partido Verde Ecologista de México.