“…que le están degollando a su paloma”
OAXACA, Oax. 24 de diciembre de 2017.- Por la celebración de esta fecha, la gente normal estará pensando leer en este espacio los parabienes propios del día.
Los más benévolos me llamarán “grinch”; quienes críticamente asumen la responsabilidad de un adjetivo, me llamarán de todas formas, e incluso, me enviarán a donde ni la Navidad existe. Pero la fecha impone de verdad en el natalicio de Jesús desear felicidad.
Sí, en esta época se impone desear felicidad y cómo no hacerlo, si ante los devenires, lo más importante es que al menos un buen deseo nos cubra frente a la desfachatez cotidiana de quienes han llevado a la República que construyó Juárez, a ser un lugar de enormes desigualdades, injusticias, violento, inseguro, de oportunidades cerradas, en fin de un Estado fallido.
Feliz Navidad ante el endurecimiento del Estado, cuyas partes legislativas muestran un alejamiento de su mandato Constitucional de representar a la sociedad.
¿La Corte? si cuando en las aulas compartía el espacio con hoy ilustres juristas oaxaqueños, ya nuestros catedráticos nos platicaban de severas contradicciones de la máxima instancia judicial del país, hoy allí la cosa es más preocupante., pues evidencia a diario su servilismo al poder presidencial.
Y del Titular del Ejecutivo muestra una insensibilidad propia del hielo ante las grandes realidades del país.
De qué ocuparnos pues, en esta Navidad si dijera Pepe Mújica “hemos sacrificado los viejos dioses inmateriales y ocupamos el templo con el dios mercado. Él nos organiza la economía, la política, los hábitos, la vida y hasta nos financia en cuotas y tarjetas la apariencia de felicidad.
Parecería que hemos nacido solo para consumir y consumir y, cuando no podemos, cargamos con la frustración, la pobreza y hasta la auto exclusión.
De qué escribir hoy, si con la militarización están llevando al país a pensar que de nada valieron los gritos libertarios de Don José María Morelos y Pavón y el alma indomable de Don Vicente Guerrero Saldaña.
La Silla itinerante de Juárez, el fusil de Emiliano Zapata Salazar y las pistolas de José Doroteo Arango Arámbula salen sobrando y, la cooperación del pueblo mexicano para lograr la expropiación petrolera impulsada por el General Cárdenas.
Nada les es suficiente a quienes hoy desgobiernan el país.
Con singular alegría pasan una y otra vez, encima de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, sumemos una violación más, con lo ocurrido en la sesión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en esta semana que termina, donde por sobre la fracción décima del artículo 89 Constitucional salen de la autodeterminación de los pueblos; la no intervención; la solución pacífica de controversias; la proscripción de la amenaza o el uso de la fuerza en las relaciones internacionales; y ridículamente en contravención a este mandato Constitucional, el representante de México ante la ONU, Juan José Gómez Camacho, se abstuvo de votar a favor o en contra sobre el Estatus de Jerusalén, de pronóstico reservado el por qué se abstuvo en un lugar donde la posición de México había sido acorde a nuestra Carta Magna y hasta se había ganado cierto prestigio por el comportamiento en relaciones internacionales, hoy hasta eso se fue a la borda.
Por todo ello y más, qué ganas de decir en la voraz conducta consumista ¡Feliz Navidad!
Un antes (al estilo de los amigos profesores), esta es la última del año, coincide con la Navidad y la próxima es la primera del año en medio queda el 29 de diciembre hoy y entonces habré de comentar que la filosofa decía muchas cosas pero hoy recuerdo que “usted es la culpable” donde estés, tu memoria, como dije un día, es la razón de seguir, aunque eso no me impide a mover la silla 43 veces.
Ahora sí ¡Feliz Navidad!