Mantiene SSPO activo el Plan de Apoyo a la Población en el Istmo
OAXACA, Oax., 19 de diciembre de 2017.- Tres meses no han sido suficientes para volver a la normalidad en el Istmo, la Regino más afectada por los sismos de septiembre.
En segundos, más de 61 mil viviendas se derrumbaron; la tercera parte del territorio se afectó con los movimientos que no han cesado en la zona.
En tres meses, la gente sigue en las calles; ahí duermen, por la cercanía de su inmueble. Aún siguen abiertos algunos albergues, a donde la gente acude a comer o a obtener algo de despensa.
El presidente Enrique Peña Nieto, estimó que las labores de reconstrucción en vivienda terminarán hasta el primer trimestre de 2018.
Pero hay 400 escuelas pendientes de reedificar, niños sin clases que buscan alguna actividad cultural emergente para salir al paso.
En las tareas de reconstrucción se concluyó el censo y algunos afectados comenzaron a recibir apoyos, pero no son suficientes.
Se habla de unos 20 mil habitantes que no fueron incluidos y son caldo de cultivo para organizaciones que hacen su negocio de la protesta social.
Maestros, organizaciones indígenas y algunas de corte política reclaman apoyos sin haber intervenido durante la contingencia.
Al contrario, dañan más con los constantes bloqueos que además de enfatizar la afectación económica busca obtener ventaja política y lucrar con los apoyos.
Funcionarios del gobierno federal y estatal mantienen cierta presencia en la zona.
Ya no es permanente, pero algunos como José Narro lo han hecho personal; regresan y están pendientes de los compromisos con las comunidades.
Es diciembre, ya estamos en campañas. Algunas luces de Navidad asoman en pocas viviendas y se alegran las calles con las tradicionales posaditas. El anuncio de la zona económica también animó a los istmeños, que esperan recuperar su esplendor y no solo superar la tragedia sino remontar y ser ese polo de desarrollo que se ha buscado desde la época de Porfirio Díaz.
Son tres meses, cifras, pérdidas que son irreparables. Pero cómo ha dicho el gobernador “Oaxaca está de pie” y avanza, lento, pero se mueve.