Respuesta a la violencia e inseguridad
La ignorancia y la soberbia suelen ser una combinación mortal. Malo para cualquiera, más para un país cuando sus gobernantes las padecen. Una de las expresiones propias de la ignorancia -sucede en vida cotidiana- es creer que el mantenimiento es un gasto prescindible. El austericidio de la administración lopezobradorista ha llevado al país no sólo a un permanente deterioro de su infraestructura, sino a tragedias como la de la línea 12 del metro de la Ciudad de México, y tantos siniestros en las empresas del Estado. Muchas son las instalaciones públicas en condiciones deplorables.
El tema del bache en la pista del aeropuerto más importante de México indignó a López Obrador. No porque la pista estuviera dañada y él tuviera que padecer un aterrizaje abortado, sino porque el piloto del avión informó a los pasajeros la causa del incidente y se le ocurrió mencionar la palabra cráter. El presidente concluyó que el piloto estaba azuzando a los pasajeros para que le reclamaran al mismísimo mandatario.
Hay tres hechos incontrovertibles: que la pista estaba dañada por falta de mantenimiento; que el daño afectaba las operaciones, y que el gobierno que preside Andrés Manuel López Obrador es responsable de los aeropuertos y del estado de sus instalaciones. El propio presidente ha tomado las decisiones en la materia, designado a los funcionarios responsables y determinado el gasto aplicado, como fue que los cuantiosos recursos de la tarifa de uso aeroportuario que pagan los usuarios del AICM para tener una infraestructura y un servicio de calidad, se desviaran para indemnizar a los constructores del inconcluso aeropuerto de Texcoco.
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