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¿En busca de pareja? Así operan los estafadores en apps de citas
«Quiero hacer del conocimiento de todos, que no haré de la edad un tema en esta campaña. No voy a explotar con fines políticos la juventud y la inexperiencia de mi oponente». Con esta frase lapidaria el entonces presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan terminaba con la agenda de su entonces adversario, el demócrata Walter Mondale.
Hace 40 años que ambos pelearon; uno por retener su silla en la Oficina Oval de la Casa Blanca y el otro por ocuparla. En aquel entonces, Ronald Reagan ya era el presidente estadounidense con mayor edad en alcanzar el cargo, así como el candidato con mayor edad: tenía 73 años. Su rival tenía 56.
El primer debate de aquel proceso electoral se realizó en Louisville, Kentucky, el 7 de octubre de 1984 y los temas eran economía y política doméstica. La moderadora fue la legendaria Barbara Walters. En ese debate, el veterano Reagan lució disperso, balbuceante y sin articular sus respuestas.
Dicha situación llevó a que su oponente, enfocara toda su infantería a un tema que, después del debate, le proporcionó mucha atención mediática: atacar a Reagan por su avanzada edad.
Y después de ese debate, fue lapidario y tuvo esperanza de ganarle al célebre ex actor de Hollywood y presidente en turno.
Pero, llegó el segundo debate y Reagan terminó esa fantasía electoral para su adversario con la frase con la que he iniciado este texto. Mondale confesó años después, que esa frase había terminado con su aspiración presidencial.
Cuatro décadas después, la situación ha cambiado para el Partido Demócrata: Joe Biden le ha quitado el récord a Ronald Reagan y es el presidente con mayor edad en ocupar la Casa Blanca: 78 años al momento de jurar sobre la Biblia.
Y desde muy temprano anunció que buscaría la reelección.
Ese día llegó y a los 81 años busca ser de nueva cuenta el presidente de los Estados Unidos, en una reedición del proceso electoral del 2020.
El pasado 27 de junio se realizó el primer debate presidencial en las instalaciones de la famosa cadena de noticias CNN en la ciudad de Atlanta, entre Joe Biden y Donald Trump.
En el debate, a Biden se le vio distraído y balbuceante, incluso no pudo articular sus ideas para responder cuestionamientos. Mientras que Trump, aunque no dijo mucho proyectó una imagen más vigorosa, a pesar de sus 78 años.
En esta circunstancia, nadie puede jugar la carta utilizada por el Ronald Reagan hace 40 años, pues ambos son dos adultos mayores. Sin embargo, Trump la está jugando y, al parecer, con mucho éxito, pues está comunicando mayor vigor y juventud que su oponente.
Han pasado más de dos semanas desde el debate en Atlanta y han sido las más difíciles para Biden, con esfuerzos mediáticos por probar que está apto y fuerte para seguir siendo el hombre más poderoso del mundo, que no han dado resultados.
Mientras Donald Trump sigue marcando la agenda con el tema de la avanzada edad de su rival (como si él fuera un jovencito) y cuestionando su estado de salud, lo cual ha llevado a sembrar dudas a un importante sector del Partido Demócrata sobre si debe seguir o no como candidato Joe Biden.
El demócrata ha enfrentado la presión de algunos de los grandes donantes demócratas, quienes públicamente han declarado que restringirán los fondos a menos de que el partido reemplace a Biden como candidato, entre ellos Abigail Disney, heredera de la fortuna familiar de Disney.
¿Qué tan real es la incapacidad de Biden?
Es algo que ha acrecentado la crisis de imagen que vive uno de los políticos de los Estados Unidos más respetado, con una larga carrera política e infortunios personales, los cuales son narrados de manera brillante en el libro “Joe Biden: The Life, the Run, and What Matters Now” del periodista y escritor Evan Osnos. Entre los cuales están la pérdida de su primera esposa Neilia y su hija Naomi en un accidente automovlístico, justo a días de haber sido electo al senado con 29 años. De hecho, Biden prestó juramento a su cargo junto a la cama de hospital de sus hijos sobrevivientes: Hunter y Beau.
Osnos relata que Biden no quería hablar en público, a pesar de su interés en la cosa pública, porque era tartamudo. Condición que superó bajo tratamiento.
Más reciente, en 2015, la muerte de su hijo Beau a causa de un tumor denominado glioblastoma.
Una vida entera dejó en el senado de los EUA: casi cuatro décadas y una gran trayectoria en temas diplomáticos y domésticos, que le valieron aspirar en varias ocasiones a ser el nominado demócrata a la Casa Blanca, hasta que el sorprendente Barack Obama lo invitó a ser su compañero de fórmula, con quien hizo gran mancuerna en la campaña y en el gobierno federal.
Joe Biden tiene experiencia y gran reconocimiento, que le pueden costar muy caro ante esta crisis de imagen que está afectando su imagen pública y la fortaleza de su nominación, ¿podrá salir bien librado?
ESPRESSO COMPOL
El mismo Joe Biden dijo hace unas horas que no abandonará la candidatura, ¿podrá revertir los malos comentarios de las últimas dos semanas de manera contundente? Ya ha perdido valioso tiempo y no puede perder más.