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JUCHITÁN, Oax., 27 de septiembre de 2016.- ‘Ilumíname’ es el material recién editado por Calamus Editorial, Amigos del IAGO, Ediciones Toledo, Fundación Alfredo Harp Helú, CaSa y Hazam Jara, que a través del bordado de cadenilla del Istmo de Tehuantepec busca revitalizar el zapoteco entre niños y adolescentes.
Natalia Toledo, diseñadora y poeta zapoteca, propuso junto con el escritor Víctor Cata al pintor Francisco Toledo, la creación de un cuadernillo con la reproducción de los diseños de cadenilla que el viajero Miguel Covarrubias recopiló en su libro ‘El Sur de México’ de 1946.
Este material editado por primera vez en zapoteco será distribuido gratuitamente a los niños que asistan a los talleres ‘El camino de la iguana’ y también podrá ser utilizado para otros proyectos aliados con la campaña de revitalización del zapoteco en el Istmo que emprende el maestro Francisco Toledo.
La importancia de este cuaderno para la ‘Premio Nacional de Literatura Indígena Netzahualcóyotl’ es acercar a los niños a la lengua y a la indumentaria, que es parte de la identidad no sólo de las zapotecas, sino de otras etnias que conviven en el Istmo de Tehuantepec como la chontal, huave, zoque y mixe.
“Nadie se había atrevido a reproducir los diseños que Covarrubias detalló en su libro en los años 40, muchos ya casi están desapareciendo, pero no sólo es importante conocer los modelos de este minucioso arte indumentario, que es la cadenilla, sino conocer los nombres con que son nombrados, porque muchos están relacionados con los astros, los animales sagrados, elementos decorativos como las grecas y otros más relacionados con elementos extranjeros”, detalló.
Natalia Toledo indicó que se eligió los diseños de cadenillas para este proyecto debido, además de sus elementos prehispánicos en los símbolos, a la complejidad del proceso de creación, ya que las bordadoras tienen que tener una increíble coordinación entre la cabeza, las manos y los pies, convirtiendo el proceso en una danza lenta pero rítmica.
“La cadenilla es un arte, porque se utilizan hilos sobrepuestos que al final forman figuras complicadas, aparentemente se ve fácil, pero es complicado porque las bordadoras tejen con la ropa al revés, sobre el forro, por cuadros, y al final lo voltean para ver el resultado”, señaló.