La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha informado que la calidad del aire también denota la conciencia cívica que puedan tener las empresas, los ciudadanos y el gobierno de un Estado. No contaminar y las acciones ecológicas realizadas para el respetar el medio en el que vivimos son lecciones que se aprenden en la educación. Esta organización considera que la contaminación del aire es una de las amenazas más dañinas para el ser humano.
El humo de los coches, la contaminación en las calles y la poca conciencia cívica son factores que contribuyen a un ambiente no ecológico. Por ello, el Plan de acción de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena contra la contaminación comenzará por retirar de la circulación a partir de 2018, los coches de gasolina de hace veinte años y los de diésel de hace catorce.
El aire contaminado puede causar cardiopatías, cáncer o accidentes cardiovasculares. No todo el aire perjudicial viene dado por el humo de los coches, sino del tabaco, calefacciones y de las fábricas, entre otros.
No sólo se habla de países empobrecidos que no cumplen con medidas de higiene en el saneamiento de sus calles o respecto al agua potable por falta de recursos económicos. El problema también se sitúa en los países desarrollados donde la polución ambiental provoca infecciones respiratorias en más del cincuenta por ciento de niños.
Las personas están expuestas a diario a una serie de factores contaminantes como el aire que no sólo empeora su calidad de vida, sino que se la puede quitar a través de enfermedades. Los principales capitales del mundo se encuentran en un gran riesgo ante este problema porque superan los límites recomendados sobre la contaminación que puede haber acumulada en un espacio urbano.
“El reparto de responsabilidades en la contaminación del aire entre el sector industrial y el transporte por carretera está claramente desequilibrado hacia el transporte. Aproximadamente el 80% de la contaminación atmosférica en España está causada por el tráfico rodado” explica la organización Ecologistas en Acción.
A medida que las personas han ido tecnificando el entorno, han realizado construcciones sin pensar en la naturaleza que lo rodea, y la importancia que tiene su presencia en el medio para el bienestar de la ciudadanía. El impacto medioambiental que generan los medios de transporte debe disminuir de forma considerable para que no afecte ni al medio ni a las personas.
(Artículo proporcionado por el Centro de Colaboraciones Solidarias)
Sharon H. Gamero Caycho
Periodista
Twitter: @SharonHillaryB