Día 23. Por oportunismo, crisis en Ciencias Políticas de la UNAM
Indicador Político
A la memoria del columnista Ángel Viveros, hermano y compañero de mil batallas
CIUDAD DE MÉXICO, 23 de noviembre de 2016.- Echados por la crisis económica mexicana y un modelo de desarrollo excluyente, los millones de mexicanos legales e ilegales que viven en los EE.UU. son ahora conminados por la Secretaría de Relaciones Exteriores a no regresar al país porque no hay bienestar para todos y sirven más enviando remesas que engrosando aquí los cinturones de marginación.
El dato más revelador de las cifras de migración de México hacia los EE.UU. radica en el hecho de que de 1991 al 2014 –los años del tratado de comercio libre salinista– alrededor de 9 millones de mexicanos cruzaron la frontera huyendo de la crisis de México provocada por la aplicación de la política económica neoliberal del grupo De la Madrid-Salinas-Zedillo, una media de 450 mil migrantes anuales a lo largo de dos decenios.
De los 12 millones de mexicanos nacidos en México que viven en los EE.UU. –el resto nació ahí–, alrededor de 11 millones carecen de estatus legal o papeles para trabajar. Eso sí, esa población flotante que carece de naturalización envía a México una media anual de 24 mil millones de dólares, poco más de los ingresos por exportaciones petroleras, el doble de las exportaciones agropecuarias.
En la lógica del utilitarismo del pensamiento neoliberal mexicano, los migrantes ayudan más al país estando en los EE.UU. que regresando a su patria porque aquí no hay empleos, ni salarios, ni bienestar. En este sentido, el programa emergente para migrantes de la Secretaría de Relaciones Exteriores, anunciado entre sonrisas por la canciller Claudia Ruiz Massieu Salinas, fue leído como un mensaje de “por favor no regresen, les ayudamos si se quedan y les ponemos abogados”.
En los hechos, México carece de posibilidad para recibir a los millones de migrantes que serán deportados por el gobierno de Donald Trump; la crisis mexicana apenas puede darle bienestar al 20% de los mexicanos que viven aquí. Los datos de un modelo económico excluyente son claros:
– El PIB esperado para 2016 será de 1.5%, menor al 3% prometido. México necesita crecer 6% para dar empleo formal al millón de mexicanos que se incorporan cada año por primera vez a la fuerza de trabajo. Cada punto del PIB crea 166 mil nuevos empleos formales. El PIB de 2016 será apenas de un cuarto del necesario para la demanda de trabajo.
– El desempleo real –desempleo más subempleo raquítico– es del 11.4% de la población económicamente activa, algo así como 6.2 millones de mexicanos. Los migrantes echados de los EE.UU. vendrían a sumarse a este rubro de desempleo-subocupación.
– Más o menos el 60% de la economía es informal, es decir, fuera del control fiscal y sin derechos laborales. Los desempleados y subempleados a veces prefieren este rubro a trabajos mal pagados.
Como la política económica del gobierno federal es el camino neoliberal del tratado de comercio libre, entonces no existen programas de emergencia –salarios, empleos, bienestar– para los millones de mexicanos deportados por los EE.UU. porque la política mexicana de desarrollo tiene en la marginalidad al 80% de los mexicanos.
Por eso la estrategia consular en los EE.UU. de la cancillería mexicana se basa en el criterio de frenar deportaciones para que los mexicanos se queden ahí y no vengan a México a engrosar las cifras de marginalidad y pobreza.
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Política para dummies: La política es la frialdad de decidir quienes sí están dentro del desarrollo y quienes no… y justificarlo sin rubor.
Sólo para sus ojos:
• El encono ideológico ha estado obnubilando la percepción sobre la estrategia de Donald Trump. Hay molestia porque el presidente electo canceló una reunión con The New York Times, pero fue el periódico que inventó la nota sobre las quejas de abusos sexuales. El Times aparece en la lista de medios que comprometieron su objetividad en aras de beneficiar a Hilary Clinton.
• Los recortes presupuestales afectan las áreas sensibles de seguridad y salud, con efectos nocivos que pronto se verán.
• Agobiado por los migrantes que son deportados todos los días a México, el gobierno federal no ha atendido el problema social migratorio de los haitianos, africanos y centroamericanos que aglomeran ciudades fronterizas con los EE.UU. El problema es de inversión en atención social.
• El 2018 mexicano está de alguna manera incluyendo la variable Trump, a la espera que el próximo presidente de los EE.UU. vaya a querer meter las manos en las nominaciones de candidatos para beneficiar a alguno de ellos. Algunos precandidatos están releyendo discursos de Trump para ver cómo los incorporan a sus declaraciones.
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