La posverdad judicial
Uso de Razón
CIUDAD DE MÉXICO, 17 de enero de 2017.- El canibalismo está desatado en el Partido Acción Nacional.
Vamos a ver si Ricardo Anaya puede poner orden y encauzar las ambiciones legítimas, y poner en su lugar a los que están jugando a las vencidas con la dirigencia nacional.
Resulta evidente que hay quienes quieren desgastar a Anaya con miras a la elección del candidato presidencial a fines de este año.
Anaya es un político inteligente, sensible y articulado.
Pero eso no basta para conducir procesos internos y a la vez ser juez y parte en ellos.
Si el PAN noquea en junio habrá dado un paso decisivo para regresar a Los Pinos.
El problema está en que si gana el PAN de Anaya el ganador será Anaya. La candidatura no se la quita nadie.
Por eso hay recelo en Acción Nacional.
Y como en los estados donde hay elecciones este año tienen muchas posibilidades de ganar, los aspirantes desbocan sus ambiciones personales.
La cercanía de la victoria obnubila a los precandidatos del PAN.
Ambiciones de poder tienen divididos hasta el encono a panistas en Coahuila y Estado de México.
Luis Fernando Salazar, senador con licencia y aspirante a la candidatura del PAN en Coahuila, considera que si él no resulta ser el candidato al gobierno estatal, entonces los dados habrán sido cargados en favor de otro y que todo sería una “imposición”.
En el Estado de México, el ex líder estatal y ex diputado Ulises Ramírez afirma que el líder nacional de su partido, Ricardo Anaya, es “ilegítimo e inmoral” en sus pretensiones de ser dirigente panista y desde ahí buscar el brinco a la candidatura presidencial.
Un pleitazo en el PAN del Estado de México, justo cuando tienen la posibilidad de alzarse con la victoria que los pondría al frente de la entidad más poderosa del país, a un año de las elecciones presidenciales.
Quizá el resultado de estos pleitos es que en Coahuila ganen los Moreira, con muy mala fama a nivel nacional, pero en su tierra no tienen el nivel de rechazo que tenía, por ejemplo, Javier Duarte en Veracruz.
Dicen distinguidos panistas que si no es Luis Fernando Salazar habrá imposición de otro candidato por parte del CEN, el ex senador Guillermo Anaya. El chantaje sobre la dirigencia está sobre la mesa. O es Salazar o se pierde en Coahuila.
Tal vez Salazar sea el mejor candidato o resultaría un excelente gobernador, no lo sabemos. Pero si entre todos los aspirantes firmaron un acuerdo para que el CEN elija a su candidato de unidad en Coahuila, ¿por qué la presión?
Porque Ricardo Anaya está en un problema al ser dirigente del PAN y precandidato de ese partido a la Presidencia. El que sale perdiendo es Acción Nacional.
No le van a permitir tan fácil que use su posición de Presidente del partido para llevarse la candidatura presidencial. Aunque si gana en junio, se queda con todo.
Claro, el riesgo es que en Coahuila ganen los Moreira y en el Estado de México lo haga Morena.
Es que también en política en la puerta del horno se quema el PAN.