Padre Marcelo Pérez: sacerdote indígena, luchador y defensor del pueblo
MORELIA, Mich., 28 de octubre, 2016.- La toma de instalaciones en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) está llegando a lo absurdo; se cumplen 60 días en que la mayoría de los alumnos no tienen clases, en que los paristas siguen con la necedad de que les abran espacios donde no los hay, y en que personas ajenas que antes se escondían ahora hasta exigen a las autoridades universitarias.
Y es que este jueves llegó a una reunión de la Coordinadora de Universitarios en Lucha (CUL) y autoridades nicolaitas, la lideresa de los trabajadores descentralizados de la Secretaría de Salud, Guadalupe Pichardo, ya no sólo a meter su cuchara en un asunto que no le corresponde, sino a exigir que en la reunión estuviera presente el rector y no el secretario general de la Universidad. Nada más falta que Carmen Salinas, ahora flamante diputada o el director técnico del Monarcas también quieran meter las manos en este asunto.
Según ella, (Guadalupe Pichardo, no Carmen Salinas) llegó a la reunión por instrucciones del secretario de gobierno, Adrián López y del subsecretario, Armando Hurtado, y aseguró que ellos mismos le dijeron que en el encuentro debería estar el rector y no el secretario.
Para empezar, por si alguien no lo recuerda, la Universidad Michoacana es un organismo con autonomía constitucional, y si bien se necesita el apoyo del gobierno, éste se requiere predominantemente en términos económicos y no en mandar emisarios ajenos. De hecho, se supondría que el sindicato que lidera Pichardo también debería tener cierta autonomía con respecto al gobierno; o ¿será acaso que ya se convirtió en asesora de la Secretaría de Gobierno y no lo sabemos? Y de no ser así, ¿qué pitos toca Guadalupe Pichardo en el conflicto universitario? Lo único es que tal vez tenga hijos estudiando o que quieran entrar a la UMSNH, pero en todo caso que lo diga y que permita que otros padres de familia también participen, hagan declaraciones y pongan condiciones.
De otro modo no se explica el papel que desempeña ya no sólo detrás del movimiento, sino ahora hasta de manera prepotente, por decirlo decentemente. A este paso, la productora de “Aventurera” (ahora sí Salinas, no Pichardo), terminará también por salir exigiendo espacios en la Universidad. ¿Qué más veremos en este conflicto absurdo?
Fuente: Quadratín Debate