Cásese hoy y conozca a la novia mañana

Apunte diario sobre letras hipnóticas

Extrañas costumbres matrimoniales del mundo de ayer

En el apogeo de su esplendor, el Imperio Otomano se extendía como un coloso que abarcaba vastas tierras, desde Europa del Este hasta el norte de África, desde el Medio Oriente hasta los Balcanes. Esta potencia imperial, cuya duración se estima desde el siglo XIII hasta principios del siglo XX, ejerció una influencia formidable en la historia mundial.

Desde su sede en Constantinopla, la antigua Bizancio rebautizada como Estambul, los sultanes otomanos gobernaron sobre un mosaico de culturas, religiones y etnias.

Hoy en día, los vestigios de aquel imperio se distribuyen entre varios países modernos. Turquía, como el sucesor principal del Imperio Otomano, heredó la mayor parte de su territorio original, incluyendo Anatolia y la península de los Balcanes. Sin embargo, países como Grecia, Albania, Bulgaria, Rumania, Serbia, Macedonia del Norte, Bosnia y Herzegovina, y partes de Hungría, Croacia, Eslovenia, y Montenegro también se encuentran dentro de las fronteras históricas del imperio otomano.

Te casabas a ciegas, sin ver quién era la novia o el novio

En el contexto de las bodas en la Grecia otomana, las ceremonias matrimoniales estaban imbuidas de un halo de misterio y tradición arraigada en siglos de costumbres.

La práctica de casarse sin haber visto previamente a la pareja era común tanto entre griegos como turcos y albaneses. Esta arraigada tradición de bodas arregladas estaba sustentada en la creencia de que el amor era una consideración secundaria en comparación con la estabilidad familiar y la continuidad de las líneas de sangre.

La gente se sigue casando sin amor

La ceremonia de matrimonio se convirtió así en un acto de fe ciega, donde los futuros esposos confiaban en las descripciones proporcionadas por familiares femeninos, quienes eran las únicas autorizadas a ver a la pareja antes del matrimonio. El novio no solo estaba prohibido de ver a la novia antes del matrimonio, sino que tampoco se le permitía comunicarse con ella de ninguna manera, lo que añadía un aire de intriga y expectación a la unión.

¿Y si la novia te salía te salía más grande que tú, de otra cultura, otro idioma, otro pueblo? No había divorcio

Quizá por ello eran tan alcohólicos

Después de la ceremonia, la novia era llevada a la casa del novio, donde se llevaba a cabo un ritual peculiar.

Sentada en una silla como si fuera un trono, la novia y el novio se miraban en silencio, manteniendo una distancia respetuosa, hasta que las mujeres de la familia intervenían para llevarse a la novia y comenzar la celebración.

Así se conocían, ¡para toda la vida!

Esta tradición, aunque extraña a los ojos modernos, refleja las normas sociales y culturales de la época.

En un contexto donde el matrimonio era más una unión de familias que un acto de amor entre individuos, la práctica de las bodas arregladas era considerada una garantía de estabilidad y cohesión social.

Sin embargo, desde una perspectiva contemporánea, esta práctica puede parecer restrictiva e incluso injusta.

Clara violación a los derechos humanos

Violación a sabio y santo derecho a equivocarse

La idea de casarse con alguien sin haberlo visto nunca puede parecer imprudente e incluso opresiva, ya que niega a los individuos el derecho fundamental a elegir a su pareja y a buscar el amor en sus propios términos.

Las bodas en la Grecia otomana

Al igual que en otras partes del imperio, estaban enraizadas en tradiciones antiguas que priorizaban la estabilidad familiar sobre el amor romántico.

Aunque estas prácticas pueden parecer extrañas a los ojos modernos, son un recordatorio de cómo las normas culturales y sociales han evolucionado a lo largo del tiempo.

Posdata

¿Y si usted si escogió, cómo le fue?

INEGI Otomano

¿Número de divorcios durante 7 siglos de imperio?

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Les cortaban parejo la cabeza

Acordeón

Imperio Otomano

El Imperio Otomano fue una entidad política que surgió en el siglo XIII en Anatolia, en la actual Turquía, y que se expandió hasta convertirse en uno de los imperios más grandes y duraderos de la historia.

Fundado por Osman I, el imperio se consolidó bajo el liderazgo de sus sucesores, expandiéndose gradualmente a lo largo de los siglos mediante conquistas militares, alianzas diplomáticas y matrimonios estratégicos.

En su apogeo, el Imperio Otomano abarcaba territorios en Europa, Asia y África, llegando a su máxima extensión territorial durante el reinado de Suleiman el Magnífico en el siglo XVI. Con Constantinopla (actual Estambul) como su capital, el imperio controlaba importantes rutas comerciales y ejercía influencia sobre una variedad de culturas, religiones y etnias.

Sin embargo, a medida que avanzaba el tiempo, el imperio comenzó a experimentar desafíos internos y externos que debilitaron su estructura. La expansión del colonialismo europeo, los conflictos internos entre diferentes facciones dentro del imperio, y la pérdida gradual de territorios ante potencias europeas llevaron al declive del Imperio Otomano en los siglos XVIII y XIX.

Finalmente, tras su participación en la Primera Guerra Mundial del lado de las Potencias Centrales, el Imperio Otomano fue derrotado y se disolvió. El Tratado de Sèvres en 1920 y posteriormente el Tratado de Lausana en 1923 llevaron a la abolición del sultanato y al establecimiento de la República de Turquía, poniendo fin a más de seis siglos de dominio otomano.

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