Padre Marcelo Pérez: sacerdote indígena, luchador y defensor del pueblo
Se reavivó el enojo por el robo sistemático institucional de la clase política
CIUDAD DE MÉXICO, 19 de enero de 2019.- Habrá que estar muy atentos -como en cada inicio de un sexenio de la Presidencia de la República- por las primeras acciones emprendidas de este gobierno federal, pues los más avezados líderes de opinión han cifrado en cero los verdaderos resultados tangibles del supuesto combate contra el huachicoleo y otros más, hasta reseñan que en los primeros 50 días de Andrés Manuel López Obrador que hoy se cumplen- no ha tenido avances sustanciales.
En mi opinión, creo que sí ha tenido un gran logro: centrar en la idea colectiva a un país sin gasolinas. Sí alguien sabe de estrategias y cómo sortear las crisis, es precisamente Andrés Manuel, acompañado de su ferviente grupo de seguidores.
Justo desde ahí parte mi hipótesis que empecé a escudillar desde la semana pasada con ¿Qué hay detrás del desabasto?; de pronto se sacaron el combate al huachicoleo ¿27 días después de entrar al gobierno?, que magistralmente López Obrador –como siempre- lo convirtió en un asunto nacional fijado en el humor social de todos los mexicanos, cuando solo estuvieron afectados diez estados de la República Mexicana.
Andrés Manuel consiguió en su día 40 centrar en la mente de todo un país, preocupación por el desabasto, reavivar el enojo por el robo sistemático institucional de la clase política, exacerbar el hartazgo social contra la corrupción solo de los más poderosos que afectan a la gente buena menos favorecida; todo ello, consiguió amagar a los empresarios con la idea de quedarse sin gasolina del hidrocarburo y sin gasolina del dinero corriente público.
No es casualidad que en dos pistas sucedía, en una, quitar el candado para hacer compras del gobierno sin licitación pública, de la que ampliamente se beneficia el grupo de Ricardo Salinas Pliego, y al mismo tiempo, el empresario televisivo entraba a Palacio Nacional con el círculo de asesores de Andrés Manuel, así como de inversionistas energéticos; posteriormente salieron con sendas sonrisas apremiando su apoyo a la estrategia contra el huachicoleo.
Sí, el combate al huachicoleo no es malo, lo que no está bien es que está corriendo otra línea paralela que no tiene como punto central el robo de gasolinas, sino un asunto meramente ideológico.
Andrés Manuel está cerrando filas todo entorno de Petróleos Mexicanos (PEMEX), que fortalecer a la empresa es correcto, pero no en esas anquilosadas formas, empresarios a modo, sin licitaciones, vaga información pública, planes de negocios nada claros, prácticas cuasi-sindicalistas.
¿Qué no? Anuncia la compra de 50 tanques pipas por parte de la Secretaría de la Función Pública, que estarán en resguardo comisionados a la Secretaría de la Defensa Nacional, contratando la Secretaría del Trabajo a dos mil chóferes, para garantizar el abasto de las gasolinas en todo el país por parte de PEMEX; pregunto ¿Cuánta será la carga presupuestal de esta acción a la petrolera nacional? Nada. ¿Eso no es una práctica anquilosada?
El petróleo en México es de todos. Recuperemos lo nuestro, pregunto ¿No es una narrativa ideológica y nada propia para una empresa internacional?
¿Usted qué opina?
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