
PA’ NAMA… s perder al 92 Nations League con México
OAXACA, Oax. 25 de marzo de 2025.- Oaxaca es el hogar de varios clubes de fútbol, desde los reconocidos Alebrijes de Oaxaca hasta los Cafetaleros de Chiapas.
Estos equipos desatan grandes pasiones entre los entusiastas del deporte y seguimiento en Stake.com y plataformas en línea similares. Sin embargo, el título del equipo de fútbol más antiguo se lo lleva los Chapulineros de Oaxaca, un conjunto con una vasta y compleja historia.
Inicios y afiliación a la Segunda División B de México
La historia de los Chapulineros de Oaxaca a finales del siglo pasado es un relato de altibajos, marcado por ascensos triunfales y descensos dolorosos, pero siempre con el espíritu combativo que caracteriza al equipo.
Los orígenes del club se remontan a 1982, con la creación de la Segunda División «B» de México. En la temporada inaugural de 1982-83, el equipo representativo de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO) participó en esta división. La siguiente temporada, la universidad adquirió la franquicia del Atlético Valladolid, lo que le permitió ascender a la categoría «A». Sin embargo, el equipo solo permaneció una temporada en esta división antes de descender nuevamente.
Al final del siguiente torneo, la UABJO compró la franquicia de Pumas ENEP, un equipo recién ascendido a la Segunda División «A», y lo renombró como «Chapulineros de Oaxaca». Mientras tanto, la franquicia original se rebautizó como «Oaxaca B», aunque descendió a la tercera división al año siguiente.
Los Chapulineros debutaron oficialmente en la Segunda División de México durante la temporada 1985-86. Tras tres temporadas en la categoría «A», el equipo descendió a la categoría «B» en la temporada 1987-88, donde permaneció durante cinco temporadas.
En abril de 1993, el equipo obtuvo su primer y último título profesional. Miles de aficionados apoyaron al equipo de Chapulineros de Oaxaca en el partido de vuelta de la final de la Segunda División B, de la temporada 92-93.
Un grupo de jugadores oaxaqueños, reforzado por elementos de otros estados, logró el histórico título de fútbol profesional ante el Tecomán. La escuadra oaxaqueña, dirigida por Roberto Castellanos Barranco, hizo historia al conseguir el primer título de fútbol profesional, el 18 de abril de 1993, superando por marcador global de 3 goles por 2 a Tecomán. El primer juego se llevó a cabo en casa del Tecomán, donde el marcador fue 1-1, y la vuelta se desarrolló en el estadio Benito Juárez, donde los Chapulineros se impusieron 2 goles por 1, asegurando su ascenso a Segunda División.
En su primer torneo en la Segunda División A, el equipo terminó en cuarto lugar de su grupo y en el puesto 18 de la tabla general. Sin embargo, para el siguiente torneo, la liga cambió de formato y surgió la Primera División A. Debido a que las autoridades oaxaqueñas se negaron a pagar el nuevo registro requerido para participar en esta división, el equipo se mantuvo en la Segunda División.
La franquicia fue cedida al dueño de Toros Neza bajo el nombre de Bravos, y más tarde pasó a manos de la Universidad Regional del Sureste (URSE).
Los Chapulineros de Oaxaca continuaron experimentando altibajos en las décadas de los 2000 y 2010, periodo marcado por reingresos, traslados y la adaptación a nuevos formatos de liga.
En el año 2001, los Chapulineros regresaron al panorama futbolístico, esta vez con el Grupo Pegaso como propietario. Este grupo trasladó la franquicia de Lobos UAP a Oaxaca, dando nueva vida al equipo. Sin embargo, la temporada 2001-02 fue difícil, y el equipo sufrió el descenso. A pesar de este revés, los Chapulineros lograron ganar la promoción para permanecer en la división al derrotar a los Astros de Ciudad Juárez, asegurando su continuidad.
El Torneo Invierno 2002 mostró una mejoría en el rendimiento del equipo. Los Chapulineros lograron entrar a la liguilla tras vencer a Cobras de Juárez en la reclasificación, aunque fueron eliminados en cuartos de final por Irapuato. El siguiente torneo, el equipo volvió a llegar a la reclasificación, pero esta vez fue eliminado por Tabasco. Tras este torneo, la franquicia fue trasladada a Tlaxcala, dando origen a los Guerreros de Tlaxcala, lo que significó un nuevo periodo de ausencia para los Chapulineros.
El equipo resurgió el 13 de agosto de 2015, cuando el Corporativo MRCI trasladó la franquicia de Teca UTN a Oaxaca para participar en la Liga Premier de Ascenso de México. Este regreso trajo consigo la esperanza de un nuevo capítulo exitoso para el equipo. En 2017, la liga cambió de formato, y los Chapulineros participaron en la Serie B de México, adaptándose a las nuevas estructuras del fútbol mexicano.
Sin embargo, la temporada 2018-19 presentó un nuevo obstáculo. El equipo no pudo participar en el torneo debido a que no recibió el aval de la Federación Mexicana de Fútbol para formar parte de la competencia. La siguiente temporada, el equipo regresó a la Serie B, pero el torneo se interrumpió debido a la pandemia de COVID-19, un evento global que afectó a todas las esferas de la sociedad, incluido el deporte.
La incorporación de los Chapulineros de Oaxaca a la Liga de Balompié Mexicano (LBM) marcó un nuevo capítulo en la historia del club, caracterizado por el éxito y el dominio en esta liga emergente. La LBM se presenta como una liga de fútbol profesional alternativa en México, que busca ofrecer una opción diferente al fútbol tradicionalmente organizado por la Federación Mexicana de Fútbol (Femexfut).
En febrero de 2020, Chapulineros participó en la primera reunión de representantes de equipos de la LBM, mostrando su interés en formar parte de la temporada inaugural. El 30 de marzo, se oficializó la participación del equipo como una de las cuatro franquicias fundadoras, lo que implicó su salida de la Femexfut. Este movimiento representó una apuesta por un nuevo proyecto futbolístico.
La dirección técnica del equipo también experimentó cambios significativos. Inicialmente, Ricardo Rayas fue invitado a dirigir al club, pero debido a razones personales y familiares, no se concretó su firma. En su lugar, Omar Arellano fue anunciado como el nuevo director técnico el 10 de julio de 2020.
El debut oficial de los Chapulineros en la LBM tuvo lugar el 16 de octubre de 2020, con un empate a cero goles contra los Jaguares de Jalisco. A pesar de un comienzo modesto, el equipo demostró rápidamente su potencial. En diciembre, el club aseguró su clasificación a la primera liguilla en la historia de la LBM, beneficiándose de la salida de varios clubes de la competencia. Los Chapulineros finalizaron la fase regular en la tercera posición, acumulando 22 puntos.
En la liguilla, los Chapulineros mostraron su fortaleza al derrotar al Morelos Fútbol Club y al líder general, Furia Roja Fútbol Club, lo que les permitió avanzar a la final. En un emocionante encuentro final contra el Atlético Veracruz, los Chapulineros se coronaron campeones tras una dramática remontada y una tanda de penales.
El dominio de los Chapulineros en la LBM continuó en las siguientes temporadas, proclamándose campeones en 2021, 2022 y 2023-A. Este éxito sin precedentes consolidó al club como el más laureado de la LBM y el único en obtener el título de liga en la máxima categoría de esta competición alternativa.
Aunque los equipos participantes de la LBM o ramas inferiores del fútbol mexicano cuentan con un menor seguimiento por parte del público general, comentaristas profesionales y sitios de apuestas deportivas como Stake.com, esto no significa que cuenten con menos talento. Entre los ma’s destacados jugadores que han formado parte del plantel de los Chapulineros se encuentran:
El ex-portero y entrenador de fútbol comenzó su carrera en la Tercera División de México con Ecatepec, logrando el ascenso a la Segunda División A en la temporada 1987-1988. Debutó en la Primera División con Cobras de Ciudad Juárez en la temporada 1989-1990. 1 Además de ser parte de los Chapulineros de Oaxaca, Cruz jugó para varios clubes a lo largo de su carrera, incluyendo Atlante, Puebla, Morelia y Jaguares de Chiapas, donde concluyó su carrera como jugador en 2004.
Jorge Bernal Alarcón, apodado «Súper Bernal» y «Tiburón volador», debutó en 2003 con los Chapulineros de Oaxaca. A lo largo de su carrera, fue conocido por su gran habilidad como portero y su extraordinaria agilidad. Jugó para varios equipos en México, incluyendo Tiburones Rojos de Veracruz, Club Necaxa y Querétaro FC. En diciembre de 2010, fichó por los Gallos Blancos de Querétaro. Después de eso, regresó a los Tiburones Rojos de Veracruz. Actualmente, juega para el Club de Fútbol Delfines del Carmen.
Sánchez jugaba como mediocampista, y su primer equipo fue Correcaminos de la UAT, donde debutó en 1990. Permaneció en el club durante muchos años, incluso cuando descendieron en 1994-95. Su nivel fue reconocido y fue fichado por el Club Necaxa, donde se convirtió en campeón en el torneo en el que fue fichado. Jugó brevemente para los Chapulineros de Oaxaca en 2003. Dos años más tarde, Sánchez se retiró con Correcaminos de la UAT, el club donde se desarrolló como futbolista. A lo largo de su carrera, marcó 23 goles en clube
A principios de año, se discutió la posibilidad de que Chapulineros de Oaxaca regrese a la Federación Mexicana de Futbol (FMF). Según NVI Noticias, José María Ramírez López, presidente del Club Deportivo TDMRCI, expresó su interés en que Chapulineros de Oaxaca compita en la Liga Premier o en la Tercera División Profesional (TDP). Estas conversaciones se dieron poco antes de la disolución de la LBM y la suspensión indefinida del torneo.
Después de presentar la Copa Internacional Esperanza de Antequera Sub 19 2025, Ramírez comentó sobre la alta probabilidad de que el equipo regrese al fútbol profesional mexicano bajo la FMF. Se tomaron los primeros pasos para desmantelar el equipo de Chapulineros de Oaxaca que participó en la Liga de Balompié Mexicano.
Ramírez declaró: «Estamos muy contentos como institución, porque sabemos del proceso que ha tenido el equipo Chapulineros de Oaxaca y hoy se dio la oportunidad de platicar con el contador José Vásquez de poder hacer algo con la Liga Premier de la Federación Mexicana de Futbol y surge este proyecto que ya se venia trabajando desde hace varios años».
Ramírez agregó que el equipo anteriormente participó en la Tercera División y Segunda División (ahora Liga Premier). Mencionó que «Con la organización este torneo Internacional se estarán dando los primeros pasos para conformar un equipo para busque volver a la Liga Premier o la Liga TDP. Y de ser posible, podríamos comenzar actividades en el mes de agosto de 2025».
José Luis Herrera Paredes, tesorero de la Liga Premier y miembro del Consejo Ejecutivo de la Federación Mexicana de Futbol, confirmó que los directores de Chapulineros están trabajando para asegurar un lugar en esa división. Deben cumplir con los requisitos legales y tener instalaciones adecuadas.
Herrera Paredes señaló: «A nosotros nos interesa que se abra otra plaza para la Liga Premier, pero sobre todo vigilar que lleguen bien formados y bien estructurados para que no haya problemas posteriores, por lo que estaremos ahí para apoyarlos en todo lo que esté a nuestro alcance.»
En el escenario de que los Chapulineros de Oaxaca lograran una reintegración exitosa a la Federación Mexicana de Fútbol (FMF), lograrán una mayor visibilidad, crecimiento del volumen de fanáticos, y una mayor presencia en plataformas de apuestas y pronósticos deportivos como Stake.com.
También se abriría un abanico de encuentros contra diversos equipos, la naturaleza de estos enfrentamientos variaría considerablemente dependiendo de la división a la que se incorporase el conjunto oaxaqueño.
Si el destino los llevara a la Liga Premier (Segunda División), los Chapulineros tendrían la oportunidad de medirse ante clubes de gran renombre y tradición, como el Club de Fútbol Inter Playa del Carmen, el Deportivo Dongu FC, o los siempre aguerridos Cafetaleros de Chiapas FC.
Por otro lado, si el camino trazado llevara a los Chapulineros a la Tercera División Profesional (TDP), los posibles adversarios provendrían principalmente de estados vecinos, tales como Chiapas, Veracruz y Puebla, ofreciendo a los aficionados oaxaqueños la emoción de enfrentamientos directos y la oportunidad de reafirmar el orgullo local.