Cortinas de humo
La Guardia Nacional “cómo responsable de la seguridad” en 195 estaciones del Metro capitalino, así como de millones de usuarios, no es más que un ensayo para lo que viene con el Tren Maya, al sureste de nuestro país.
El general secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, lo anunció de esta forma:
Cinco mil elementos del Ejército mexicano y la Guardia Nacional darán seguridad, por tierra y aire, a esa obra al finalizar el año.
«Estarán en bases aéreas, algunas construidas, otras en proceso, en Palenque, Chetumal, Tulum y Mérida”.
Toda la red será resguardada por el ejército, la Guardia Nacional y la Fuerza Aérea.
A lo largo de la ruta y al interior de los vagones “habrá batallones especializados en seguridad ferroviaria y atención a turistas”.
De acuerdo con el jefe militar, serán ellos los encargados de vigilar talleres, cocheras “y el interior de los vagones cuando estén funcionando”.
Para ello, el gobierno creará batallones de seguridad ferroviaria; un batallón turístico y otro para seguridad en zonas arqueológicas.
No se piense en una militarización, pero de antemano le digo que la Guardia Nacional se mantendrá vigilante en todos los trenes en movimiento.
La ruta del Tren Maya comprende siete tramos. El primero va de Palenque a Escárcega.
Y bueno, ahora que la regenta Claudia Sheinbaum está a punto de descarrilar al igual que los vagones en la Ciudad de México, sería bueno recordar los incidentes “atípicos” que pusieron en riesgo la vida de millones de usuarios, entre ellos la cuestionada jefa de gobierno que, aunque no utiliza ese medio de transporte de manera habitual, promueve el ambulantaje.
· Como le decía, este domingo 15 de enero se separaron dos vagones en un tren de la línea 7.
· Horas después, un apagón en la estación Bellas Artes dejó sin luz a usuarios, servicios y comercio.
· La semana anterior murió una joven universitaria y más de un centenar de personas resultaron lesionadas.
· En otras estaciones los vagones desprendían fuego y humo.
Cuando hablaba de choque de trenes me refería a la inclusión de Ricardo Monreal como precandidato de Morena a la presidencia de la república.
Y es que, este fin de semana el dirigente de Morena, Mario Delgado pidió a los gobernadores morenistas promover a tres corcholatas presidenciales: Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno en la CDMX; Marcelo Ebrard, canciller y a Adán Augusto López, titular de Gobernación. Aun contra la voluntad de Delgado, también al “solo vino” y líder del senado, el zacatecano Ricardo Monreal.
La organización no gubernamental Amnistía Internacional (AI) condenó la vigilancia de la Guardia Nacional en el metropolitano.
El presidente Obrador dijo que su corcholata favorita “cuenta con todo” su apoyo y que, si a la presencia de guarra le llaman militarización, “asumimos la responsabilidad”.
No sabemos cuándo la corcholata retomará su proselitismo provinciano.
El 7 de enero, cuando murió la joven universitaria, Claudia Sheinbaum estaba camino a Morelia, Michoacán.
Cuatro horas después del trenazo, la regenta retornó a la Ciudad de México a bordo de un helicóptero que le proporcionó el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla.
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