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Bloquean vecinos de la Gómez Sandoval por obra inconclusa
OAXACA, Oax. 6 de marzo de 2017.- Unos 250 estudiantes del Centro de Iniciación Musical en Oaxaca (CIMO) siguen ocupando un edificio rentado, del que debían ocho meses, a pesar de contar con un edificio que según autoridades costó 118 millones de pesos construirlo.
Ubicado en la última calle de Crespo, el edificio del CIMO no puede ser utilizado por los riesgos que conlleva la construcción.
El 22 de noviembre de 2016, entre las últimas obras que entregó el ex gobernador Gabino Cué, estuvo la del CIMO.
Fue una ceremonia suntuosa en la que se develó una placa y se habló de las bondades de este centro, que podría llegar a dar atención hasta 500 estudiantes.
Pero como en muchos casos, solo fue una simulación. La obra presenta defectos que no han sido subsanados por la empresa constructora a la que se le adjudicó el millonario presupuesto.
Entre las anomalías en la construcción que ponen en riesgo la integridad física de los menores, están los barandales, hay un hueco entre una barra y otra y es muy ancho.
Por ahí cabe un menor de cuerpo entero, de una altura de casi seis metros.
Además, el CIMO no cuenta con las medidas de seguridad estándar para una escuela, que indica que los barandales deben ser verticales y estrechos, para que no quepa la cabeza de un menor.
También se incumplió la normatividad al tener solo una salida de seguridad.
La constructora, de la que se reservaron el nombre, argumentó que solo recibió los planos para la construcción.
No obstante, el director del CIMO, César Delgado, explicó que el documento fue académico, donde solo se señalaban el número de aulas requeridas para un ensayo individual, grupales, salas para niños de iniciación de cinco años.
Como ya se cubrió el 100 por ciento del costo de la obra, ahora el proceso para que la constructora subsane las anomalías llevará todo un proceso administrativo.
Mientras tanto, los 250 alumnos siguen tomando clases en una casa ubicada en el Ex Marquesado, sitio en el que debían ocho meses de renta.
El director explicó que el adeudo fue negociado con el propietario para evitar se desalojados del espacio.
El CIMO es uno más de los elefantes blancos que dejó la anterior administración y que no debieron ser inauguradas.
Incluso, expertos han recomendado que sean valoradas por personal de la UNAM, ya que la construcción está sobre una falla geológica y no han medido su capacidad de resistencia ante algún sismo.