
Periodistas del New York Times podrán utilizar IA de forma legal
”El monarca vuelve desde el inframundo como una semilla que brota
de la tierra en forma de mazorca.”
Enrique F. Florescano M.
Se dice que cuando al presidente Miguel Alemán los periodistas le cuestionaban acerca de las ilegales acciones que se realizaban bajo las órdenes de su gobierno, la respuesta era: “este es un régimen de derecho” y su consecuente conducta a esa declaración era sonreír, sonreír y sonreír.
Fue en ese periodo de gobierno en México que inició el 1 de diciembre de 1946 para el período constitucional 1946-1952, en que se utilizó con mayor vigor la coerción, la amenaza, la privación de la vida, la cárcel, para disciplinar a quienes se oponían a su régimen y pensaban distinto a la idea de gobierno del “señor presidente”.
Quienes aceptaban sumarse al esfuerzo que “el cachorro de la revolución” encabezaba eran premiados con curules, impunidad y subsidios.
Por cierto, fue el primer presidente de la república emanado del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que a iniciativa de la filial veracruzana de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) en enero de 1946 cambió su nombre a PRI.
Para el historiador veracruzano Enrique Federico Florescano Mayet el régimen de Alemán permitió que la corrupción invadiera la vida de la sociedad civil, incluidas las instituciones de educación superior, por otra parte el escritor y periodista Francisco Cruz Jimenez, en su libro Los juniors del poder, menciona que el tráfico de drogas se institucionalizó en el periodo de Alemán Valdés con la complacencia del presidente y éste, nunca dejó de hacer grandes negocios; llegando a ser uno de los hombres más ricos que ha habido en México.
Para la Oficina Federal de Investigación (FBI por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, Miguel Alemán fue “un hombre pragmático sin ideología política; un oportunista que se movía para donde soplara el viento y de donde pudiera sacar la mayor ventaja personal, caracterizado como un político que se adapta a cualquier situación, con pocas opiniones políticas fijas, pues prefiere conducirse de acuerdo con la conveniencia de la situación, opera primero con los izquierdistas y luego con los derechistas, según dicten las exigencias de la situación, con el máximo beneficio para él”.
Interesantes datos obtenidos de distintas biografías, del primer presidente que no participó en la guerra civil mexicana iniciada en 1910.
Seguramente de lo citado, se van a encontrar similitudes actuales muy vigentes, que sin duda se materializan en expresiones dirigidas a la oposición, tales como “al carajo con las instituciones” “sóbense si les duele” “aplastados ya están”, “¿qué opina que la oposición se dice defensora de las madres buscadoras?” etcétera, etcétera.
Pero apreciado lector, toda coincidencia entre Miguel Alemán Valdés y el actual presidente de la república es total, mera y pura coincidencia.