
Acuerda Soapa enviar agua el sábado 29 de marzo a vecinos inconformes
OAXACA, Oax. 28 de marzo de 2025.- La tradicional celebración de la Samaritana se realizó este viernes en calles, plazas y atrios del Centro Histórico de Oaxaca, donde feligreses y ciudadanos compartieron aguas frescas como parte de una práctica que, aunque con raíces religiosas, ha adquirido en esta ciudad un carácter único, distinto al de otras regiones del país.
Cada cuarto viernes de Cuaresma, Oaxaca revive el pasaje bíblico del Evangelio de San Juan en el que Jesús ofrece agua viva a una mujer samaritana.
Sin embargo, a diferencia de otros lugares donde la tradición se limita al ámbito litúrgico, en Oaxaca se convirtió en una fiesta urbana, comunitaria y abierta a la participación popular.
Desde temprano, vecinos, comerciantes y estudiantes instalaron puestos decorados con flores, papel picado y símbolos religiosos para regalar aguas de sabores, como horchata, jamaica, chilacayota o tamarindo, a quienes pasan por las calles. Muchos visten atuendos típicos o se organizan en grupos para ambientar el momento con música, danzas o representaciones escénicas.
Aunque el origen de esta tradición se remonta al periodo virreinal, cuando los templos ofrecían aguas a los fieles como acto de hospitalidad cuaresmal, en Oaxaca el gesto se ha transformado en una costumbre viva que trasciende lo estrictamente religioso. Incluso instituciones laicas, como escuelas, museos o colectivos culturales, participan activamente en esta fecha.
En contraste con otras entidades donde la Samaritana permanece dentro del marco de la liturgia católica, en Oaxaca se volvió una celebración identitaria. En este contexto, beber un vaso de agua se convierte en un acto simbólico de encuentro, generosidad y sentido comunitario, propio del sincretismo cultural que caracteriza a la entidad.
Autoridades eclesiásticas han reconocido que, aunque la celebración tiene un origen bíblico, la forma en que se vive en Oaxaca la convierte en un ejemplo de cómo las expresiones populares reconfiguran el calendario litúrgico con elementos locales. A lo largo de los años, la Samaritana oaxaqueña ha trascendido credos y se ha consolidado como un gesto festivo y generoso que anuncia, a su manera, la llegada de la Semana Santa.