
Revela Juárez pensamiento ético en cartas a sus hijos
OAXACA, Oax. 24 de marzo de 2017.- En Oaxaca, La Samaritana trasciende el ámbito religioso y se vuelve una fiesta de la comunidad.
La cortesía que distingue a los oaxaqueños se hace notar en las calles. En las escuelas, iglesias, negocios, parques, en casas particulares, la gente coloca puestos con ollas de barro o vidrio, para obsequiar a aguas frescas.
Es el cuarto viernes de Cuaresma, cuando la gente prueba aguas frescas y nieves típicas de Oaxaca.
Hay agua de chilacayota, de limón con chía, de horchata con tuna, nuez y melón, de zapote, de maracuyá y otros sabores.
Las ollas son adornadas con bugambilias de color morado o rosa, que en esta temporada visten también la ciudad de Oaxaca.
La iglesia católica rememora el encuentro de Jesús con La Samaritana, pero aquí, en Oaxaca, no hace falta ser católico para disfrutar de esta celebración.
Es un momento de convivencia, de asueto y que permite mostrar la hospitalidad de los oaxaqueños a través del ofrecimiento de aguas de sabores.
¿Usted de cuántos sabores probó hoy aguas frescas?