Matan a machetazos a 2 individuos en la Cañada
CIUDAD DE MÉXICO, 11 de agosto de 2018.- Con una década de trabajo, investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) cuenta con un registro de tres mil 600 especies de la flora del Valle de Tehuacán-Cuicatlán, recientemente inscrito como Bien Mixto en la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco por su riqueza natural y cultural.
Los especialistas del Instituto de Biología (IB) están a cargo de este inventario y la relevancia del sitio se manifiesta en la presencia de biomas con altos niveles de endemismo, especies de flora y fauna en riesgo y raras, además de ser reconocida como cuna de la agricultura y la irrigación mesoamericana por el manejo del agua y desarrollo de sistemas hidráulicos.
La biodiversidad, en combinación con las condiciones adversas del desierto, dio pie a un proceso de adaptación y evolución tecnológica antigua que definió esa región cultural, informó en un comunicado la máxima casa de estudios.
Rosalinda Medina Lemos, coordinadora del proyecto, destacó que el trabajo académico realizado en el sitio contribuye al conocimiento y conservación de la biodiversidad de México. “Es un lugar que concentra gran cantidad de especies con formas de vida extrañas, sólo conocidas en esta región”, precisó.
Este proyecto del IB inició en 1979 y hoy se tienen registradas tres mil 600 especies.
Continúa el trabajo de campo y, por tanto, sigue el descubrimiento de nuevas plantas (alrededor de tres por año).
Se estima que cerca del 10 por ciento de las especies descritas son endémicas, por lo que es importante proteger este sitio. La zona de estudio, ubicada entre los estados de Puebla y Oaxaca, fue decretada reserva de la biósfera el 28 de mayo de 1997, comprende una extensión de 10 mil 812 kilómetros cuadrados (de los cuales cuatro mil 874 son área natural protegida); ahí se albergan diferentes ecosistemas.
Es un lugar que en la historia geológica, y debido a la tectónica de placas, quedó aislado; es una continuidad de los desiertos norteños, con condiciones particulares que permitieron el desarrollo de una flora excepcional.
Un ejemplo son las cactáceas columnares –de hasta 12 metros de altura–, que forman comunidades únicas en el mundo, una especie de “bosques” de cactus gigantes, o las “grandes globosas”, que tardan cientos de años en crecer y que alcanzan la altura de un adulto (Echinocactus platyacanthus).
Las plantas, en especial cactáceas, orquídeas y bromeliáceas están expuestas al saqueo; son muy apreciadas por coleccionistas y especialistas extranjeros que se las llevan de manera ilegal.
Medina Lemos, quien participó en la elaboración del expediente de nominación de la zona como Patrimonio Mundial, opinó que la declaratoria como Bien Mixto (proceso que se alargó por alrededor de tres años) sirve para que, como mexicanos, nos sintamos orgullosos de tener un país con tanta diversidad y lo valoremos.
No obstante, consideró que se corre el riesgo de que no se haga un buen plan de manejo del sitio para abrirlo al turismo. Si no se hace de manera adecuada, la región podría ser afectada.