¿A quién corresponde defender?
CIUDAD DE MÉXICO, 30 de septiembre de 2016.- En las negociaciones preliminares del presupuesto para 2017, ya hay estados y gobernadores que piden más recursos, y continúa la confusión sobre la naturaleza de las participaciones que son ingresos propios, en virtud de los Convenios de Adhesión de los estados al Sistema de Coordinación Fiscal.
Con razón se afirma que el servicio de la deuda de las entidades federativas afecta su gasto de inversión, lo cual es cierto, pero varía de entidad a entidad. No olvidemos que 10 concentran tres cuartas partes del endeudamiento del nivel sub nacional y que sólo cinco, la mitad.
Por ello resulta interesante ver cuál es la dinámica del gasto de los estados, donde efectivamente los más endeudados como Coahuila, destinan montos crecientes del presupuestal estatal a servir su deuda.
Revisando la estructura del gasto de las entidades federativas observamos grandes asimetrías, siendo muy útil el trabajo que realiza INDETEC, con la clasificación estado por estado y por capítulo de gasto en base a los presupuestos de egresos para 2016.
Así en servicios personales, Aguascalientes destina cerca del 7 por ciento de su presupuesto, mientras Chiapas el 39 por ciento, Durango el 37. y Veracruz 41.5 por ciento. El promedio es de 23.6 por ciento, los antes descritos están por encima de la media, pero igual que Aguascalientes hay otros bien portados como Querétaro con 8.8, Oaxaca –sí, Oaxaca- con 7.7 por ciento, Morelos e Hidalgo alrededor del 6 por ciento.
En contraste la inversión pública, trae un promedio de 6 por ciento para 2016, pero también hay contrastes por ejemplo, Baja California Sur apenas 0.47 por ciento, Colima 0.81, Guanajuato que parecería diferente, sólo 1.46, Jalisco 0.81. Están mejor, pero debajo de la media, Veracruz 3.23 por ciento, Yucatán y Tlaxcala 3.63, mientras que Guerrero 3.5. Por otra parte muy bien Durango con 14.3 por ciento, Puebla con 9 por ciento, Oaxaca 11.6, México 11, Michoacán 6 por ciento y Chiapas 8.6.
Como se puede observar hay estados que han apostado por la burocracia sin tener candados para limitar su crecimiento, mientras otros han apostado a la economía como en Puebla y Durango, generándose en el sector privado los empleos que demandan quienes se incorporan cada año a la fuerza de trabajo.
Finalmente en el capítulo llamado por INDETEC, Participaciones y Aportaciones se llega al 20 por ciento de los presupuestos estatales. Son las transferencias que “pivotean” hacia los municipios, a saber, por lo menos el 20 por ciento del Fondo General de Participaciones, aunque hay 13 estados como Hidalgo que pagan el 25 por ciento. Agreguemos el Fondo de Fomento Municipal, el uno por ciento de la recaudación participable, y diversos porcentajes por ejemplo en los IEPS de cerveza, tabacos, bebidas alcohólicas y gasolina.
Asimismo los Fondos de Aportaciones del Ramo 33 con destino municipal como el FAIS y el FORTAMUN, que casi llegan a un equivalente del 5 por ciento de la recaudación participable.
Regresemos a las conclusiones de la Convención Hacendaria de las Haciendas Públicas: se requiere fortalecer las facultades tributarias de los estados, pero antes que cumplan bien –muchos no lo hacen- con las que ya tienen y se repite la mención al impuesto a la tenencia y el impuesto predial en el caso de los municipios. Como pedir más facultades si no usas las que tienes.
A partir de la disciplina financiera que impone la nueva Ley, la obligación federal de vigilar el endeudamiento de los dos órdenes diferentes al federal, las posibilidades de financiarse sin tener claro el destino del gasto, ni medir el impacto del servicio sobre sus presupuestos, hará más difícil el acceso al crédito, por lo que tendrán que recurrir a un mejor diseño de sus presupuestos, buscando un gasto de mejor calidad, atacando frontalmente la corrupción y la improvisación.