Economía en sentido contrario: Banamex
Ser líder en el mundo de la política no necesariamente implica tener un físico impresionante, ser de facciones agradables a la vista, ni vestir de manera elegante, lo que es fundamental es poseer un intelecto virtuoso, haber desarrollado el cerebro y la mente a partir de una disciplina en los estudios de la sociedad, del mundo, la historia, la economía, la política y la cultura.
Quien haya nutrido su intelecto de manera disciplinada y constante, está preparado para ser un líder social eficaz y eficiente. Poseer la capacidad de explicar la realidad a partir de ideas profundas, explicadas en forma sencilla que las personas normales pudiesen entender bien.
Este conocimiento y saber explicarlo conduce a tener carisma, que implica ser reconocido por su cultura política.
Reconocerse como tal suele obtener la confianza, que es don del líder.
El poseer un conocimiento profundo de la realidad, poseer un oficio teórico de esta realidad, origina que la actividad política se practique con energía y enorme dinamismo.
El conocimiento te hace sentir que estás en tierra firme y tu desplazamiento en el universo de las ciencias sociales es con pausas que denotan seguridad y virtud.
La oratoria se te facilita por tu enorme conocimiento, el debate y la polémica te hace siempre ganador y el pueblo suele reconocer al político de talento, agudeza mental y gran señorío del conocimiento.
En el campo de la política no solo se debe tener potencia, amplitud y profundidad del pensamiento, es necesario tener una enorme fuerza de voluntad y de seguridad en sí mismo.
Profundidad, amplitud y potencia de pensamiento, fuerza de voluntad y seguridad en sí mismo es la tríada de un buen líder y de un excelente político.
Desde luego, poseer estas virtudes pueden hacer de ti un petulante, un soberbio, que veas a las personas de arriba abajo, evítalo y sé sencillo, amable, sonriente y empático. Llegar a estas dimensiones implica vivir por y para la gente, para la política.
Ninguna otra cosa te debe de atrapar de esta manera. Los amigos se distinguen por estar a favor de la misma causa política, los amigos personales están casi ausentes cuando se tienen verdaderas rutas políticas y objetivos al servicio de la gente.
La política en sí, es mirar por los demás.
El conocimiento, la voluntad y la seguridad en sí mismo, te permiten ser obsesivo en tus metas y objetivos, insistir en la meticulosidad de las cosas y de las relaciones políticas, por el solo hecho de alcanzar los objetivos de la razón política.
Con el enemigo político te permite tener el conocimiento y la estrategia exacta para derrotarlo.
Es evidente que con el tiempo las ideas te hacen evolucionar, aprender más y mejor, incluso te hacen arribar al nivel de carisma en los círculos políticos.
Te permiten ser un ser humano con capacidad y aura de visionario, que te pueden catapultar a mejores estadios de las relaciones políticas.
Puedes llegar a obtener el oficio de la política que no es solo conocimiento, voluntad y seguridad de sí, sino también intuición, percepción, capacidad de inmediata respuestas, olfato político, no dejar que las circunstancias te envuelvan o atrapen.
Adquirir una serie de trucos políticos que te permitirán solventar cualquier situación por complicada que sea.
Mientras más te acerques a los primeros lugares de la lucha por el poder, más necesidad tendrás de acrecentar tu oficio en las relaciones de poder y en la política de altura.
Sabrás manejarte en las terribles luchas intestinas en las élites del poder y en sus organizaciones.
Todo será experiencia que te servirá hasta llegar al sitio que deseas. Sin olvidar que la intransigencia y la beligerancia son cualidades en las luchas intestinas, en donde todo se puede perder o ganar, habrá luchas teoréticas y organizativas que requerirán de nuevo de tus profundos conocimientos.
Tendrás la obligación de demostrar a tus compañeros de viaje que tienes la capacidad e inteligencia necesaria para conducir a la organización a sus objetivos y metas, tienes que demostrar que eres un líder y el más parecido a un profeta con capacidad para vencer todos los obstáculos.
Debes ser un gurú de la política y del pensamiento del cambio e inspirador del movimiento que lo has hecho madurar. El proyecto que asumes debes de pulirlo hasta el cansancio, que no haya ningún resquicio sin un meticuloso análisis.
Debes ser capaz de tener el celo necesario del proyecto y transmitirlo de manera eficaz a los demás miembros del grupo. La claridad meridiana del proyecto es una condición necesaria y la manera de discurrirlo te harán madurar tu liderazgo en la organización.