Cortinas de humo
CIUDAD DE MÉXICO, 25 de mayo de 2018.- El exfutbolista Cuauhtémoc Blanco decidió no asistir a un debate entre candidatos al Gobierno del Estado de Morelos.
El aspirante de la coalición Juntos Haremos Historia dijo a través de un video que sus adversarios “le tienen preparada una trampa”.
En el mensaje –que confirma su característica incapacidad para articular ideas–, dice: “Como ustedes saben, mañana 24 (ayer) hay un debate, al cual no voy a asistir… Estos tres políticos, bola de sinvergüenzas, me tienen preparada una trampa”, aseguró.
Ayer, a partir de las 8 de la noche, en las instalaciones de la Universidad del Valle de México, Campus Cuernavaca, se llevó a cabo el debate organizado por la Coparmex, con la inasistencia del puntero en las encuestas; el exfutbolista Cuauhtémoc Blanco.
La ausencia de Cuau confirma lo que ya es voz popular entre los electores del Estado de Morelos; que el candidato de Morena no sólo es el puntero sino el que tiene la menor preparación, es el más ignorante en el ejercicio del poder y el menos capacitado para el puesto. Por eso huye al debate.
Sin embargo, y a pesar de que los habitantes de Cuernavaca vivieron la peor gestion municipal con el ex futbolista como alcalde, muchos dicen estar convencidos de que “Cuau” es la mejor alternativa al gobierno de Morelos. Y, frente a la terca realidad, se impone preguntar.
¿Por qué en entidades como Morelos –entre otras–, se repite la historia que ya es un clásico en el partido Morena? Hablamos del fenómeno impensable de que los ciudadanos prefieren al peor candidato antes que a uno que provenga del PRI, PAN y PRD.
Y si dudan, la contienda presidencial ya es un clásico.
En los dos primeros debates quedó claro que el menos preparado, el más ignorante y el de pensamiento más atrasado se llama Andrés Manuel López Obrador. Aun así, es el puntero en las encuestas.
El mismo fenómeno se repite en por lo menos cuatro de los nueve procesos electorales estatales –incluido Morelos–, en donde los candidatos de Morena son los menos capacitados, los que tienen más negativos y menos experiencia, pero encabezan las preferencias.
¿Qué está pasando entre la sociedad mexicana? ¿Por qué amplios sectores rechazan a los candidatos mejor preparados –por ser del PRI, PAN y PRD–, pero están dispuestos a votar por los candidatos de Morena a pesar de sus claras deficiencias para el ejercicio del poder? ¿Asistimos al triunfo de la estupidez?
La respuesta se localiza en una percepción negativa de partidos, políticos y gobiernos tricolores, azules y amarillos; percepción sembrada en millones de conciencias a partir de las nuevas herramientas digitales, especialmente las redes.
¿De verdad el México de hoy está peor que hace seis, 12, 18, 24 o más años?
La respuesta es un rotundo no. Sin embargo, cualquiera que consulte cotidianamente redes encontrará campañas masivas que, literalmente, dicen que todo está mal; los gobiernos, los partidos, los políticos, los medios…
En días pasados, dos reputados economistas hablaron de variables económicas positivas –en la red del pájaro azul–, y fueron apaleados por miles de bots ignorantes que aseguraban que México es casi la peor economía del mundo. Y esa percepción se ha generalizado gracias a la poderosa arma llamada redes.
Al mismo tiempo existe una tendencia, también en redes, que justifica, purifica y perdona todo lo negativo de un político, por el solo hecho de enfundarse las siglas de Morena, sea una secuestradora como Nestora Salgado –a quien acusaron decenas de víctimas y cuyas prueba están a la vista de todos–, que intenta llegar al Senado a pesar de los delitos que cometió o sea un aspirante a alcalde, como el Apaseo el Alto, Guanajuato, vinculado al huachicoleo.
Y si aún dudan ahí está el emblema de las perversiones del viejo PRI, Manuel Bartlett, hoy convertido en pro-hombre por saltar del PRI a Morena. Otro emblema de la corrupción, Napoleón Gómez Urrutia, aspira al Senado a pesar de desfalcar 54 millones de dólares.
¿Por qué una mayoría de ciudadanos solapa, tolera y perdona las corruptelas de lo peor del PRI, enfundado en los colores de Morena?
¿Seremos una sociedad con los ojos en la nuca?
Al Tiempo.