Economía en sentido contrario: Banamex
Nuevo Casas Grandes es un municipio de Chihuahua, que es cercano a Galeana, donde se encuentra la colonia LeBarón. Es un lugar que tiene mayores servicios que el nuestro, de hecho, cada vez que necesitamos alguna operación bancaria, servicio o buscamos algún producto, la mayoría manejamos hasta este lugar y luego nos regresamos.
Este municipio tiene una ubicación estratégica que le ha permitido crecer y allegarse de una mejor economía que los municipios colindantes. Pero con su progreso, también han llegado otros problemas, como es la evidente operación del crimen organizado.
No son pocas veces que denunciamos que, en ese lugar, la policía era cómplice de los criminales o en el peor de los casos, eran ellos mismos, sólo que con placas y nombramientos, lo que los hacía vivir en plena impunidad y cometer crímenes a sus anchas, sin que nadie se atreviera a poner un freno.
Para darles un ejemplo de la situación que se vivía, en agosto de 2020, una gran comitiva de la comunidad LeBarón, decidió ir a la comandancia de policía de Galeana a desarmarlos, a directamente usar la unión grupal para correrlos, porque estaba comprobado que este cuerpo policíaco era el que extorsionaba, secuestraba, era quien traficaba con drogas y se encargaba de meter miedo a la gente. Así que, sin más, decidieron ir a enfrentarlos y sacarlos de su comisaría.
Unos meses después, la cabecilla de este grupo policíaco, era contratado por el municipio de Nuevo Casas Grandes para conducir los destinos de la seguridad pública, esto para sorpresa de todos, porque era increíble el nivel de complicidad de las autoridades de la región.
Frente a todo esto, no dejamos de señalar que el municipio estaba secuestrado por el crimen. Lo hicimos ante la opinión pública y también con autoridades federales. No sólo era por nosotros, pero nuestra responsabilidad nos decía que no podíamos dejar en el olvido a la gente de la región; así fue que hace unos días, el miércoles pasado, nos enteramos que había sido desarmada.
Corrió la noticia de que la Fiscalía y la Secretaría de Seguridad Pública de Chihuahua, desarmaron a los 90 elementos de la policía municipal de Nuevo Casas Grandes, y tomaron el control de la seguridad en el sitio; esto no hubiera sido posible sin la ayuda en el operativo de las policías estatales, agentes ministeriales y efectivos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y de la Guardia Nacional (GN).
Es que la situación ya era insostenible, en los 30 días anteriores, desaparecieron en Nuevo Casas Grandes al menos 30 personas; razón por la cual también hay elementos prófugos que de acuerdo a documentos de inteligencia, respondían o eran parte de peligrosos cárteles de la zona.
Pero su desvergüenza es tal que la gran mayoría de ex elementos de la Policía Municipal de Nuevo Casas Grandes rechazaron someterse a controles de confianza y no acudieron a los exámenes que se les programó el día de ayer en Chihuahua, capital. Dijeron que se incorporarán a trabajar en diferentes departamentos del ayuntamiento como Servicios Públicos y Parques y Jardines, y que ya cuentan con un control de confianza que los certifica.
Es decir que estos presuntos criminales seguirán en la nómina del municipio. Es tiempo que la Federación y el Estado vayan a fondo, no se pueden permitir seguir bajo este riesgo, donde gente que no acepta un examen de confianza siga diciéndose funcionario público. Lo peor del asunto es que hablamos de un solo municipio, pero cuántos estarán en la misma situación en nuestro país.
Ahí comienza la verdadera violencia, cuando los cuerpos municipales son brazos de los grupos criminales.