De amigos y aguacates

“No soy guajolote para morir la víspera”
Primo Tapia de la Cruz*

De bastante revuelo el clima de las campañas electorales en el vecino país del norte. La renuncia de Joe Biden a la candidatura por el partido Demócrata inició esa cálida etapa; la pronta captación de recursos que rompieron récord para su relevo y la propia personalidad de la vicepresidenta que lo sustituye generó la explosión del candidato Donald Trump, quien exigió el apoyo del gobierno mexicano diciendo “los cárteles (del crimen organizado) son quienes administran México, pueden quitar al presidente en dos minutos”.

El voto latino y principalmente el de origen mexicano influye en los resultados electorales en el vecino país al norte de nuestra frontera y Donald no dudó en esgrimir algo que levantó los pelos al inquilino de Palacio de Gobierno en el centro de la Ciudad de México, quien presuroso, dirigió una larga epístola a quién llamó su “amigo” con claro sentido electoral para levantar los ánimos del voto latino en favor de Donald Trump.

No podía faltar la respuesta del lado contrario al Republicano y, sin qué el gobierno mexicano fuera informado, supiera y menos interviniera, la tarde del pasado jueves veinticinco de julio se dio a conocer que en Texas, Estados Unidos fueron detenidos el líder del Cártel de Sinaloa, Ismael el Mayo Zambada y Joaquín Guzmán López hijo del Chapo Guzmán.

La información vacilante y errónea de la titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana del gobierno federal de nuestro país, dejó claro que las detenciones y traslado de ambas personas ocurrieron sin que ninguna dependencia de seguridad nacional por lo menos se enterara.

Existen datos y evidencias que fue un avión y no una avioneta tipo cessna en la que los detenidos fueron llevados de territorio mexicano a Estados Unidos.

Distintas evidencias que prueban la ignorancia de los acontecimientos ocurridos de ese 25 de julio.

El columnista de La Jornada, Julio Astillero, destacó en su publicación el día viernes 26, sobre esos hechos que: “evidencia(n) la sabida inacción del gobierno saliente para actuar oportunamente contra los líderes de las organizaciones criminales”.

Manera decente para llamar a la complicidad entre el Estado y el crimen organizado en el país.
Desde mi punto de vista, respetando el propio de usted apreciado lector, es que, eso de ”hay avances en el combate al crimen” sumado al “amigo, no me mande a la chingada antes de tiempo” suena a lo sicofante del actual presidente ante quien llama su amigo y el amigo ni lo ve, ni lo oye y menos lo escucha y menos lo toma en cuenta.

Porqué el inquilino que le gusta vivir en la medianía de su salario pero prefiere hacerlo en un palacio construyó el muro virtual más grande para lo migrantes, así se lo ordenó su amigo.

Se postró cuando su amigo amenazó con imponer mayor impuesto a la entrada de aguacate a Estados Unidos, por citar ejemplos.

*Primo Tapia de la Cruz, respondió así a una carta en la que su madre le manifestó sus preocupaciones.