
Oaxaca, invitado de honor en la FIL de Palacio de Minería
SANTA LUCÍA DEL CAMINO, Oax., 28 de octubre de 2018.- El triunfo de Andrés Manuel López Obrador, se entiende no solo por la fuerza de nuestro sistema político que tiene “cosas robustas”, sino por la injusticia de este, ambos explican un triunfo tan arrollador, dijo la periodista Denise Maerker.
Durante la mesa ‘La política que nos construye’ que se desarrolló con motivo del ciclo Construyendo democracia, consideró que hay un riesgo de un lenguaje “polarizante” porque viene de una lucha continua de enfrentar al sistema.
“Es un lenguaje que está habituado a confrontar pero se vuelve poder y el poder que confronta ya es de otra magnitud”.
Ante la polarización, el periodismo se encuentra en una disyuntiva, “seguir echándole aire al calor para seguir provocando opiniones intensas. Y la otra visión, del periodista europeo donde la idea es tratar de no irse con esas emociones y encontrar un punto intermedio, no arrebatado, para tratar de encontrar puntos comunes e incluso el tono, de no favorecer la división”.
Ante este contexto, los días por venir serán una prueba para todos los periodistas frente a los cambios que propone el presidente electo López Obrador, “sean buenos o malos, sin juicios de antemano, van a provocar emociones y opiniones encontradas”.
Acompañada de los periodistas Salvador Camarena y Jacobo García, consideró que se debería aprender de lo que pasó en el 2006 en Oaxaca. “Tengo el recuerdo cuando Francisco Toledo nos prestó su casa para hacer un programa, en ese momento la Asamblea de los Pueblos de Oaxaca, APO y Flavio Sosa tenían el control del Centro, y viene hacer un programa de debate”.
Narró que el sector empresarial mandó a un representante, quien llegó atemorizado de que le fueran hacer algo y Flavio Sosa “lo veía también como un bicho muy raro, de otra especie, lo que más me impresionó es que los dos eran oaxaqueños pertenecían a la misma sociedad, se veían con una enorme desconfianza, construida seguramente a lo largo de muchos años y peripecias de la historia de Oaxaca, esta visión tan radical del otro como ajeno, como adversario”.
A pesar de estas circunstancias, en la conversación las cosas fluyeron bien, “porque los 2 son oaxaqueños, quieren a este lugar, tienen raíces comunes y por supuesto no querían que Oaxaca se destruyera”.
Por su parte, Salvador Camarena señaló que el límite de la libertad de prensa es la dignidad humana y en este nuevo tiempo, la prensa tiene que ser autocrítica.
Cuestionó ¿Cuánto de los últimos 30 años no hemos contado, el otro o los otros “Méxicos” que no estaban en la fiesta democrática, que simplemente estaban batallando para conseguir de comer?, ¿Cuánto del discurso democrático no le hace ningún sentido a gente que no tiene futuro y que ve a sus hijos, a sus hermanos, a sus padres emigrar.
“No estamos reflejando lo que la sociedad está pidiendo que se discuta, las carencias y las necesidades que la sociedad está demandando que se les busquen soluciones urgentes, no estructurales o normativas, legales”.
Sobre la consulta para el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), manifestó que no solo los expertos deben opinar. “Andrés Manuel no necesitaba preguntarnos, ganó con una representación y con un voto que le daba toda la legitimidad para decidir si seguía o no”.
Reconoció que fue a votar. “Yo fui y no tengo ni idea. Hay un ejercicio que puede ser útil o no. Siempre he pensado que cuando me piden mi opiniòn la doy, y les recomiendo hacer lo mismo.