Refuerza Eduardo Andrés Massanet compromiso con República Dominicana
No se pueden improvisar fortunas, ni entregarse al ocio y a la disipación, sino consagrarse asiduamente al trabajo, disponiéndose a vivir, en la honrada medianía que proporciona la retribución que la ley les señala: Benito Juárez
OAXACA, Oax., 20 de marzo de 2018.- Mientras miles de personas demandan atención para la reconstrucción de sus viviendas, negocios, escuelas y hospitales luego de los sismos en Oaxaca, el secretario privado del gobernador de Oaxaca, Enrique Madrigal Stacpool derrochó millones de pesos en lujos durante su boda el pasado fin de semana.
Gastar una fortuna en un evento social es el derecho de cualquier persona, pero hacerlo en un estado pobre en el que miles no tienen la certeza de si tendrán para comer y donde el gobierno enarbola una bandera de austeridad, pareciera una falta solidaridad con los más desvalidos, además de poco ético.
La doctrina juarista se disuelve en el sector gubernamental donde el sentido de austeridad y vocación de servicio queda superado.
En Oaxaca, la élite política no escatima esfuerzos en demostrar su poder económico mientras contrasta con una sociedad que no ha superado las desgracias que dejaron los fenómenos naturales recientes.
La boda fue en el ex convento de Cuilápan, un edificio del siglo XVI que nunca fue concluido y que forma parte de los monumentos históricos al que por supuesto la mayoría de oaxaqueños no tiene acceso para este tipo de celebraciones.
Todo lo que fue utilizado en esta boda realizada el pasado fin de semana lo contrataron y trajeron desde el Estado de México, ni siquiera hubo una derrama económica para los proveedores locales de estos servicios.
Tan solo el costo del arreglo de una mesa equivalió a la quincena de cinco trabajadores en gobierno, unos 20 mil pesos estimando los detalles que seleccionaron para la fiesta.
A la boda acudieron unos 1,500 invitados, quienes degustaron de platillos y bebidas que superan los 2.5 millones de pesos.
El módulo que se usó está cotizado en unos 200 mil pesos, además de la barra de vinos y piernas de unos 150 mil pesos, entre otros gastos.
En redes sociales se difundieron algunas fotos del evento al que asistieron invitados del Estado de México y se cuestionó el uso de un monumento histórico, sitio al que fueron trasladados sus invitados en vehículos especiales, también puestos a disposición por el anfitrión.
El lujoso avituallamiento incluyó sanitarios móviles y todo un despliegue impresionante para que no faltara ningún detalle.
Según su declaración 3 de 3, el funcionario es millonario, ya que su último reporte de ingresos fue de 17 millones 875 mil pesos y un sueldo de 404 mil 651 pesos en el Infonavit.
El contraste entre la élite política que derrocha recursos en una fiesta y la sociedad que se queja de falta de pagos, retraso en atención a problemas de la reconstrucción y otras tantas carencias, es impresionante.
Hasta ahora no ha habido una postura oficial sobre el derroche del recurso.