La posverdad judicial
Morelia, Mich., 31 de agosto.- Familiares de personas desaparecidas pidieron al gobierno electo de Andrés Manuel López Obrador, acabe con la criminalización y estigmatización en contra de quienes luchan por encontrar con vida a sus seres queridos que fueron levantados o secuestrados por criminales e incluso por autoridades de seguridad de los tres órdenes de gobierno, esto en el marco del Día internacional de las víctimas de desapariciones forzadas.
Las manifestantes, integrantes también de las organizaciones defensoras de derechos humanos Alzando Voces, y Familiares Caminando por Justicia, solicitaron se investigue a fondo y se esclarezcan las 300 desapariciones forzadas que tienen bien documentadas, aunque hay cientos de personas más desaparecidas, que aparentemente se esfumaron por ningún motivo conocido.
La tarde de este jueves llevaron a cabo una protesta en la Plaza de Armas de la capital michoacana, como lo hacen cada mes desde hace un año, donde se reunieron unas 20 mujeres, todas familiares de desaparecidos, con el fin de llevar a cabo la manifestación cultural denominada Hilvanando Memoria, para que, a través del bordado con rostros de los desaparecidos crear conciencia entre la población.
Muchas veces la gente nos ve mal porque las autoridades gubernamentales nos han criminalizado, pero deben saber que cualquiera haría lo mismo si desaparecen su padre, hijo o hermano, apuntó Laura Orozco Medina, familiar de dos desaparecidos.
Orozco Medina fue víctima de la desaparición de su padre Leonel Orozco y de uno de su hermano Leonel (2008 y 2009).
Se los llevaron un grupo de militares, quienes pidieron una cantidad importante de dinero para liberarlo, pero a pesar de haber pagado el rescate de todas formas no se los entregaron.
Su hermano José Iván fue la primera víctima, a quien a decir de su hermana Laura le sembraron armas por lo que estuvo preso de 2007 a 2012.
Al salir de prisión se organizó con los productores de aguacate de Nuevo Zirosto, municipio de Uruapan, para tratar de recuperar las huertas de aguacate de su familia que les fueron despojadas.
No obstante, en enero de este 2018, José Iván fue baleado por un grupo armado, y aunque sobrevivió, después de más de siete meses no se ha podido recuperar porque sufrió daños cerebrales.
“Hace dos días volvió a ingresar al hospital”, comentó Laura.
En tanto, Cristina Paredes Lanchino recordó que su padre Francisco Paredes desapareció el 26 de septiembre de 2007, en la salida de Morelia a Salamanca.
Según testigos fueron elementos de seguridad federal los que se lo llevaron.
En 1968, Paredes se incorporó al Movimiento de Acción Revolucionaria (MAR).
Años después fue detenido y estuvo preso hasta 1977.
Cuando salió de prisión se reincorporó a la lucha armada, a finales de 1980 fue gravemente herido durante un enfrentamiento con fuerzas federales en el estado de Michoacán, y trasladado a prisión penal de Apatzingán.
En 1984 fue liberado. Después se dedicó a la defensa de derechos humanos, hasta que desapareció.
Mercedes Ruiz González, madre de Alejandro Ortiz Ruiz quien desapareció el 29 de noviembre de 2010, dijo que este día es para manifestar el mismo reclamo a las autoridades que han sido omisas tanto en las investigaciones como en la búsqueda de los desaparecidos.
De profesión abogado y tenía 27 cuando desapareció en el tramo Lázaro Cárdenas-Apatzingán junto con su socia, Vianey Heredia Hernández.
Ambos atendían un asunto relacionado con explotación de minas.
Bertha Corona Banderas busca a su hijo, Patricio Barrera Corona, detenido en un retén por agentes federales en el municipio de Turicato, Michoacán, el 23 de septiembre de 2009. Patricio desapareció junto con sus tíos Simón, Rigoberto y un amigo de ambos no identificado.
Evangelina Contreras Ceja recordó que su hija Tania desapareció de Caleta de Campos, municipio de Lázaro Cárdenas, el 11 de julio de 2012.
Iba acompañada de su padre, quien tenía poco de haber llegado de Estados Unidos. Sólo se sabe que se la llevaron policías municipales y criminales.
La presidenta de la Asociación de Viudas de Apatzingán, Arael González, comentó que en 2012 desapareció su esposo, y a pesar de que han pasado años no lo ha podido superar. Incluso mi hija le lleva flores a la tumba de su abuelo en el cumpleaños de su padre porque no tiene a dónde rezarle. (Información del diario La Jornada)
Fuente: Quadratín Debate