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OAXACA, Oax., 28 de agosto de 2018.- La diabetes Mellitus 2 (Dm2) es una enfermedad incurable y progresiva que va dañando los órganos. Si el paciente lleva un estricto apego a su dieta y a la ingesta de alimentos, puede controlarla y tener una vida casi normal; de lo contrario, evolucionará hasta causar ceguera, pie diabético (gangrenoso), insuficiencia renal o hepática y, por último, falla cardiovascular y la muerte. Por desgracia, siete de cada diez no se cuidan.
En un comunicado se informó que por ello, es indispensable que los diabéticos modifiquen sus estilos de vida, dijo el jefe de Prestaciones Médicas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Oaxaca, Víctor San Pedro Suárez, quien añadió que lo primero es tener una alimentación balanceada (mayor cantidad de vegetales y menos carbohidratos y grasas) y hacer ejercicio físico diario (caminar por lo menos media hora), ya que se ha comprobado que de los once millones de diabéticos que hay en México el ochenta por ciento tienen sobrepeso y son obesos.
Mejorar la alimentación significa que hay que reducir y hasta eliminar el consumo de productos ricos en azúcar como refrescos, dulces, postres y bebidas alcohólicas, o saturados de grasa y carbohidratos (pizzas, hamburguesas, hot dogs, papas a la francesa), pues son muy agresivos para el páncreas, órgano que se encarga de metabolizar y regular los niveles de glucosa en sangre y de la grasa, expresó el médico del IMSS.
En segundo lugar, el diabético debe apegarse al tratamiento indicado por el médico, es decir, seguir al pie de la letra la dosis y tiempos en que debe tomar sus medicamentos y/o aplicarse insulina, así como cumplir con los cuidados físicos y con la dieta alimenticia indicados, ya que es diferente para cada paciente, según su edad, peso, y grado de avance de la enfermedad, dijo San Pedro Suárez.
Añadió que la dM2 compromete a todo el organismo, debido a que por lo general va acompañada de hipertensión arterial, hiperlipidemia (exceso de grasa en sangre), elevación de triglicéridos y de colesterol, factores que en conjunto conforman lo que se llama Síndrome Metabólico, el cual conduce a insuficiencias orgánicas diferentes (cardiacas, renales, hepáticas) y a un deterioro generalizado del cuerpo.
También explicó que por lo general tarda hasta 10 años en tener sus primeras manifestaciones, por lo cual recomendó, como medida preventiva, hacerse un “tamizaje”, prueba que consiste en extraer, en ayunas, una gota de sangre de un dedo para medir los niveles de glucosa.
Esto debe hacerse especialmente si se tiene uno o se reúnen los siguientes factores de riesgo: ser obeso (que la cintura en el hombre mida más de 93 centímetros y en la mujer más de 84) y sedentario, tener más de 35 años de edad, contar con antecedentes familiares de dM2.
En esta prueba, explicó San Pedro Suárez, un individuo sano, debe tener cifras menores a 100 miligramos de glucosa por decilitro de sangre (mg/dl); si los valores que reporta oscilan entre los cien y 125 md/dl, se considera a la persona como pre diabética; y si rebasa los 126 mg/dl, el diagnóstico es hiperglucemia o diabetes.
En este último caso se confirma la enfermedad con una prueba de curva de tolerancia a la glucosa, en la que se disuelven 75 gramos de ésta en agua y se hace que las ingiera el paciente. Después de dos horas se repite el “tamizaje” y si los valores que reportan son positivos se considera que a la persona se le ha detectado una diabetes, reiteró el médico del IMSS.