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CIUDAD DE MÉXICO, 25 de febrero de 2022.- El poder político, económico y social que tenía Atzompa dentro de la organización de la capital zapoteca, Monte Albán, en el periodo Clásico Tardío (600-900 d.C.), y las importantes relaciones que establecieron con la región Mixteca, son algunos de los detalles develados en la reciente interpretación iconográfica del gran friso hallado hace tres años, en ese conjunto monumental de la región de los Valles Centrales oaxaqueños.
Descubierto en la temporada de campo de 2018, por integrantes del Proyecto Arqueológico Conjunto Monumental de Atzompa, encabezado por la investigadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Nelly Robles García, en el monumento denominado Casa del Sur de la zona arqueológica, dicho elemento arquitectónico es un ejemplo de la escritura zapoteca de esa época, elaborado en altorrelieve sobre piedra caliza y estuco.
De acuerdo con la arqueóloga, el friso, cuya longitud del segmento mejor conservado, descubierto hasta ahora, es de 15 metros —lo que hace de este el texto de escritura zapoteca más largo explorado y registrado en el Valle de Oaxaca—, contiene una serie de glifos característicos de la iconografía zapoteca y mixteca, entre los que destacan el del año mixteco Lagarto (Chila) y algunos numerales, personajes con la voluta de la palabra, además de la representación de un quetzal, entre otros elementos.
“En general, los glifos son alusiones al poder en la ciudad, a la protección sobrenatural y a un tiempo sin tiempo. Por la ubicación, sabemos que se trata de un mensaje o discurso de poder, asociado al uso-función del espacio de esta residencia, mensaje que podía ser visto al transitar por la calle que define la vialidad entre el Juego de Pelota principal del sitio y la Plaza Ceremonial A”, explicó Robles García.
La investigadora del Centro INAH Oaxaca indicó que este elemento se encontró enmarcado por tableros doble escapulario en las fachadas este y norte de la Casa del Sur. Debido a que al desocupar el espacio, los zapotecos lo destruyeron parcialmente y le colocaron una serie de cuartos encima, ante su abandono, le depositaron una serie de “ofrendas matadas”, compuestas por vasijas de gran formato y fragmentos de urnas, halladas sobre los pisos de estuco, tal vez, con la intención de desacralizar los espacios.
El friso forma parte de la penúltima etapa constructiva de la residencia mencionada, la cual se ha ubicado hacia la época de ocupación Monte Albán IIIB-IV que, de acuerdo con la cronología establecida por Alfonso Caso, Ignacio Bernal y Jorge R. Acosta, abarca de 650 a 850 d.C., temporalidad de mayor apogeo del sitio.
Nelly Robles García destacó que, asociada al friso, en la fachada se halló una serie de fragmentos de imágenes icónicas del mundo zapoteco, relativas a aspectos del poder: figurillas de monos y jaguares, y la representación del quincunce (símbolo que alude a los cuatro rumbos y al centro del universo), las cuales son manifestaciones del mundo cósmico al que obedecía la construcción de una casa como esa.
Pormenorizó que este tipo de frisos se replica en la parte sur de la fachada principal, aunque desafortunadamente ese segmento presenta daño considerable. Por lo tanto, el friso completo midió cerca de 30 metros de extensión en toda la fachada oriente o principal, lo que convierte a la unidad residencial en una de alto valor, no solo para Monte Albán, sino para el Valle de Oaxaca.
“Materiales como la piedra caliza y estuco requieren de un alto grado de especialización para su manejo y restauración, por lo que el friso de la Casa del Sur en Atzompa debe considerarse uno de los elementos de mayor importancia entre las prioridades de conservación del instituto”, puntualizó la investigadora.
Asimismo, subrayó que esta ornamentación arquitectónica es una manifestación importante de la visión cosmogónica de los zapotecos del periodo Clásico, la cual remite a la relación constante que existía entre la población común y las fuerzas o elementos sobrenaturales, y a la búsqueda de explicaciones cósmicas del mundo zapoteco; las evidencias arqueológicas encontradas en Atzompa sustentan los argumentos para hablar de esa conexión.
Las investigaciones aún continúan, y el investigador del Centro INAH Oaxaca, César Dante García Ríos, trabaja en la parte norte de la residencia para definir los hallazgos referentes al friso que también hubo en ese espacio, con el fin de interpretar una serie de fragmentos de imágenes icónicas que remiten no solo al mundo del poder zapoteco sino también al mixteco.