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OAXACA, Oax. 21 de agosto de 2020.- Ante la pandemia de la Covid 19 los sistemas de salud a nivel mundial han mostrado incapacidad para brindar atención a la población afectada, y en especial a personas, pueblos y comunidades indígenas, manifestaron participantes en el webinario Derecho a la salud de los pueblos indígenas, organizado por el Centro Profesional Indígena de Asesoría, Defensa y Traducción A.C. (Cepiadet).
Coincidieron en que el sistema de salud en México es excluyente y discriminador al no tomar en cuenta otras formas curativas que no sea la biomédica, cuando la salud es un tema que debe abordarse de forma integral, abarcando alternativas como la medicina tradicional, que además de atender un malestar físico busca atender el bienestar emocional y espiritual se informó en un comunicado.
Roberto Campos Navarro, profesor-investigador de la UNAM, sostuvo que el Sistema Nacional de Salud ha tenido varias características, entre ellas, la de ser un sistema fragmentado desde la época colonial, regido por el sistema de castas; el cual se reproduce en la actualidad por estratos sociales y/o grupos laborales, lo cual lo convierte en un sistema limitado e insuficiente, sobre todo brindar el servicio a pueblos indígenas.
A su vez, Felicitas Cruz Bautista, de la Asamblea de Mujeres Indígenas de Oaxaca, hizo énfasis en que la medicina alópata y la tradicional tienen grandes diferencias dentro de las comunidades, ya que la medicina tradicional no cura únicamente los malestares de las personas, también busca la salud del espíritu y el alma.
Además, expuso, en el caso de las comunidades, el o la paciente tienen una mayor confianza con el o la curandera para explicar sus malestares, lo que no sucede cuando visitan a un médico alópata con quien suelen presentarse barreras, por ejemplo, dificultad para explicar los síntomas al no dominar al cien por ciento el español, y en algunos casos, la falta de solvencia para cubrir sus honorarios.
Aitza Miroslava Calixto, integrante de Investigación y Diálogo para la Autogestión Social dijo que existe una violación sistemática al derecho a la salud de comunidades originarias empezando con que los centros de salud carecen de infraestructura básica; además de que en algún momento ha imperado la corrupción, como cuando el Seguro Popular era necesario para poder certificar una unidad médica.
También destacó el hecho discriminatorio de asignar personal médico de bajo perfil en centros de salud de comunidades indígenas, donde suelen enviar a prestadores de servicio social ante la ausencia de profesionales médicos, y menos aún con formación intercultural, lo que produce un choque cultural, que a la larga se vuelve un proceso de profunda de violencia y racismo.
Otro dato que revela la carencia de una adecuada atención en las comunidades indígenas es la alta tasa de muertes maternas, por la tardanza para ingresar a una persona en un servicio de salud, dado que sus redes de referencia y contra-referencia están totalmente desmanteladas.
El tema de atención a la salud mental es otro pendiente en las poblaciones indígenas donde las actividades cotidianas están marcadas por la colectividad, por lo que el “quédate en casa” se convierte en un factor de desequilibrio que puede generar rupturas en las redes comunitarias. Es por ello que a fin de conservar sus sistemas de vida en colectivo ha debido adaptarse la medida de contención sanitaria con el “quédate en tu comunidad” expuso la consultora Cristina Montejo Briseño.