Obispos de México: Un nuevo horizonte
CIUDAD DE MÉXICO, 21 de septiembre de 2019.- El único fondo de diseñar informes en foros masivos tiene como objetivo impactar en la percepción pública con un fin en particular, aunque la obligación legal para la rendición de cuentas obliga al mandatario entregar el estado que guarda la administración pública que encabeza por lo menos una vez al año, aun con los matices que tengan las regulaciones locales en cada entidad, en ninguna establece la obligatoriedad de realizarse de forma oral, en un evento público y con apoyos visuales multimedias.
No comentaré sobre los más 30 informes en los que me he trabajado en mis 19 años como consultor en comunicación política, pero he visto todo tipo de informe de un gobernante, van de los que son diseñados a nivel presidencial hasta los más irrisorios que rayan hasta en la ridiculez, siendo el peor que he presenciado fue el realizado en San Blas, Nayarit, por Hilario Ramírez más conocido como “Layin” o “el que robó, pero poquito”.
En un sexenio, los informes más cruciales son en número nones. En el primer año se debe diseñar para impactar positivamente en la percepción empresarial para generar certidumbre con miras de atracción de inversiones, con segundo plano la visión política para asentar el estilo de gobernar en los siguientes años. En el tercero es el punto de quiebre, por lo cual tiene una fuerte carga política en la que se establece la ruta a seguir para alcanzar la siguiente posición, siendo ahí cuando se presentan muchos gobernantes como verdaderos presidenciables; o en el peor de los casos, es cuando tienen que hacer un golpe de timón para recomponer el camino andado, incluso con un relanzamiento de su propio gobierno donde salen muchos del gabinete. En el quinto, que de facto es el último informe del gobernante actual pues para el sexto ya los reflectores se habrán volteado a la sucesión, su diseño debe estar basado en el humor social de los gobernados, con un emotivo mensaje hacia la unidad rumbo a la salida del mandatario.
La fórmula de conferencia “mañanera” prolongada al Primer –o tercero- Informe de Gobierno de Andrés Manuel López Obrador fue una verdadera oportunidad desperdiciada. Según me comenta el círculo cercano de Francisco Javier García Cabeza de Vaca, gobernador de Tamaulipas, el planteamiento para su Tercer Informe de Gobierno es plantarse como estadista con viras a la presidencial de México, algo que desaprovechó Javier Corral Jurado, gobernante de Chihuahua, en su pasado informe. Contrario a la tradición de la tercera rendición de cuentas de Alejandro Murat Hinojosa me comparten que el diseño es como sí fuera del quinto año, va en el sentido de llamar a la unidad de Oaxaca, en el que presentará un impresionante multimillonario paquete de obras públicas en el que se incluye la reactivación del proyecto de metrobús para Oaxaca de Juárez, Santa Lucía Del Camino, y Xoxocotlán, así como el rescate financiero de la deuda estatal.
¿Alcanzarán los informes de Tamaulipas y Oaxaca generar esperanza ante la incertidumbre nacional? ¿Y tú, qué opinas? www.daviddorantes.com