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El doctor Sergio Gallegos Castorena, egresado de la carrera de Médico Cirujano de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), es un ciudadano ejemplar, hombre de familia, pero principalmente un “superhéroe” que combate la leucemia infantil con todas sus armas y vocación profesional.
Y es que, ha sido reconocido por atender de una manera peculiar a sus pequeños pacientes al usar diferentes disfraces, principalmente de superhéroes, para que los niños sean más receptivos al tratamiento.
“A mí el disfrazarme para hacer mejor la consulta de mis niños me ha llevado a la fama internacional, al poder ayudar de una manera más tangible a mis pacientes, al ser recaudador de fondos para iniciativas que los apoyen y al estar abierto a innovar por el bien de los niños”, destacó en un comunicado la UAG.
Actualmente, el egresado es Especialista en Oncología Pediátrica adscrito a la Clínica de Leucemias del Servicio de Hemato Oncología Pediátrica del Hospital Civil de Guadalajara “Dr. Juan I. Menchaca”.
Misión de vida
A los 17 años, una experiencia en su vida confirmó aún más su vocación médica, el Dr. Sergio Gallegos fue diagnosticado con cáncer y su esperanza de vida era poca, de acuerdo con los doctores que lo atendieron en México. Hoy es un sobreviviente que ha mantenido la firme convicción de ser un excelente médico que lucha contra el cáncer infantil.
“Hoy vengo de Elvis Dorado, que hace alusión a una iniciativa para brindar consultas médicas a niños con cáncer”, explicó.
“El cáncer puede robarles todo, hasta la infancia, el trabajar caracterizado es recordarles que son niños, a los niños les gusta la fantasía y es ir metiendo ese mundo de niño a su tratamiento para darles más confianza, ganas de ir a la consulta y tener una mejor actitud”.
Hoy en día ha personificado a más de 106 personajes, algunos de ellos son Santa Claus, el Chapulín Colorado, Capitán América, Spider-Man, Iron Man, El Santo, príncipes y futbolistas, entre muchos más.
El resultado final ha sido muy favorable en los últimos años, es difícil de medir científicamente las incidencias del uso de disfraces, pero sí hay una mejor resiliencia de los niños al recibir su tratamiento.
El disfraz es mágico
El Dr. Gallegos Castorena recordó que cuando era paciente, varios voluntarios disfrazados de payaso le hacían olvidar que estaba enfermo y quiso hacer lo mismo, siendo estudiante de la carrera comenzó a disfrazarse de payaso para animar a niños en los Hospitales Civiles en Guadalajara.
En 2007 se disfrazó por primera vez de Santa Claus y para el año 2014 comenzó a disfrazarse todos los días desde que ha dado consulta.
“Lo que más me llena de satisfacción es esa transición de cambio que existe entre los pacientes sobrevivientes de cuando llegan y hasta que son dados de alta y continúan con su vida normal”, expresó.
Salvar la vida es el mayor reconocimiento
El UAG Alumni ha recibido muchos premios y reconocimientos, uno de ellos como Egresado Distinguido de la UAG, pero los más importantes para él son los dibujos, cuadros, fotos con dedicatorias, entre otros detalles que le regalan cada uno de sus pacientes para agradecerle por su atención.
Por lo anterior, suma esfuerzos como Coach de la mejora de la calidad en la colaborativa internacional México en Alianza con St. Jude (MAS), para que se ofrezca una mejor calidad en la atención a los niños con cáncer en México.
“La carrera de Medicina en sí es una profesión con mucha labor social, pero a través de que me disfrazo o me convierto en un personaje público comienzo hacer un factor de convergencia para que muchas personas puedan ayudar de otras maneras”, señaló el egresado.
UAG más que una casa de estudios
Para el Dr. Sergio Gallegos Castorena, la UAG es para él más que una casa de estudios, ya que haber estudiado ahí lo convirtió en un profesional de excelencia y además vivió muy buenos momentos de su vida.
Son muchas cosas las que el Doctor recuerda de su paso por la Autónoma, entre ellas la excelencia en la enseñanza, con muy buenos maestros en las diferentes materias, así como las prácticas de cirugía, que eran extremadamente exigentes por la misión de sacar profesionistas de alto nivel.
También a sus compañeros con los que forjó amistad y que prevalece hasta ahora, o el recuerdo más dulce de haber conocido a su esposa durante la carrera, con quien lleva más de 28 años de casado.
Por último, el Doctor aprovechó para mandar un mensaje a los estudiantes de Medicina: “Sean muy abiertos a las necesidades de las personas que acuden a ustedes buscando cambiar sus vidas, pónganle pasión a su carrera… en ustedes está el poder de cambiar para bien la vida de las personas”.