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ACAPULCO, Gro., 9 de agosto de 2016.- Los periodistas Francisco Cruz, Félix Santana Ángeles y Miguel Ángel Alvarado plantearon en su libro La guerra que nos ocultan, que el teléfono celular de Julio César Mondragón Fontes, normalista de Ayotzinapa encontrado desollado, generó comunicación desde el Campo Militar Número Uno y desde el Centro de Investigación y Seguridad Nacional, de la Secretaría de Gobernación (Cisen) en Ciudad de México.
Con esta evidencia, los autores sugieren la intervención del Ejército en la desaparición forzada de los 43 estudiantes de la normal rural Isidro Burgos de Ayotzinapa, el pasado 27 de septiembre de 2014 en el municipio de Iguala.
De acuerdo con lo publicado por el periódico El Sur, el libro destaca que el pasado 31 de agosto de 2015, la empresa Telcel entregó a la PGR un documento confidencial en el que registró 31 actividades del aparato LG L9 con el número 7471493586, propiedad de Mondragón Fontes, desde el 27 de septiembre de 2014, día en el que fue asesinado, hasta el 4 de abril de 2015.
Los autores señalan que Mondragón Fontes llevaba consigo su teléfono durante la noche del 26 de septiembre, sin embargo, al encontrar su cuerpo, el aparato ya no apareció.
“El celular robado del joven normalista Julio César Mondragón Fontes registró cuatro mensajes de dos vías, provenientes del Campo Militar 1A, en Lomas de Sotelo en la Ciudad de México, y su colindancia con el municipio de Naucalpan, en el Estado de México, meses después de que alguien lo robara al terminar de torturarlo, desollarlo y matarlo la madrugada del 27 de septiembre de 2014 en el Camino del Andariego en Iguala (…)
También hubo otros mensajes al mismo equipo desde las inmediaciones del Cisen en la Ciudad de México, a 50 metros de la puerta localizada entre las calles de Nogales y Ferrocarril de Cuernavaca, en la colonia La Concepción, delegación Magdalena Contreras”, se explica en el libro La guerra que nos ocultan, escrito tras 22 meses de investigación periodística.
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